Un siglo de El navegante: la pericia, no solo naviera, de Buster Keaton

Que El navegante pudiera llegar a realizarse, hace ahora un siglo, fue una conjunción de fortuna y de la habilidad casi infinita de Buster Keaton, en este filme actor y director junto a Donald Crisp. Tiempo antes de su rodaje, Fred Gabouri, un amigo suyo, había sido contratado para dar con antiguos navíos que ya no se encontraran en servicio y adaptarlos de manera que parecieran prácticamente buques de guerra isabelinos en la película The Sea Hawk (en su versión muda de ese mismo año 1924, a cargo de Frank Lloyd, no en el clásico del cine de piratas más conocido, que se rodó en 1940). Entretanto, el mismo Keaton había dejado de trabajar en un proyecto para el que se necesitaba el uso de un crucero; esa obra abandonada tenía argumento de Jean Havez, que quería unir a dos jóvenes ricos, hombre y mujer, que nunca hubiesen tenido un empleo, bien mimosos e inútiles, en un barco a la deriva, en concreto un buque fantasma en el que no hubiese ni luces ni vapor. Pero tampoco había, para esa historia, barco que utilizar.
En su búsqueda, Gabouri encontró, por fin, un buque abandonado que consideró perfecto para el filme varado de Keaton; se conservan sus palabras: Hace mucho tiempo te dije que te iba a conseguir un barco de verdad. Bien, te he conseguido un barco de verdad. Puedes hacer lo que quieras con él: navegar, quemarlo, hacerlo explotar, hundirlo. Efectivamente, pronto empezaron a trabajar en esa trama que, con esos datos, podríamos considerar que inspiraría El Triángulo de la Tristeza de Ruben Östlund, pero que en los treinta fue con más tino comparada con Tiempos modernos de Chaplin, realizada más de una década más tarde: existen entre ambas piezas paralelismos en su tratamiento de la relación entre el hombre y la máquina (devoradora). En todo caso, a Keaton también le interesaban los vínculos entre los jóvenes atrapados en el mar: Estábamos en plena noche, flotando en el mar, sin saber ninguno de los dos que el otro estaba a bordo. Había muchas discusiones, ¿debíamos ser desconocidos o no? Mi idea era que debíamos conocernos y tener un problema común. Desamparados juntos-o embarcados por el destino, se podría decir- el problema realmente estaría sentado en nuestro regazo. Solo entonces tendríamos un gran problema, no el pequeño problema de quién se casaba con quién, sino el de sobrevivir en un barco abandonado.
Efectivamente, los lazos entre ambos inquilinos de la embarcación acaban siendo sentimentales: antes de verse en las aguas, el personaje de Keaton, Rollo Treadway, decide casarse por capricho, y sin pensárselo demasiado, con el encarnado por Kathryn McGuire, con la vista puesta en su luna de miel. Ella lo rechaza, pero por voluntad del destino los dos acaban compartiendo sin quererlo una suerte de viaje de novios en el que, como es habitual en las películas de este autor, se propician infinitos gags en un espacio limitado; de las estrecheces que ese mismo espacio ofrece, y de los intentos infructuosos de Keaton por adaptarse a las penosas circunstancias, surgen la mayoría de esos instantes cómicos y brillantes, definidos por un manejo muy preciso del tiempo.
Esta pareja hecha de la casualidad, que surca el mar en un barco de guerra del que se espera que naufrague -ellos no lo saben-, se prepara por primera vez un desayuno con sus propias manos, en una cocina de uso casi imposible; hace café con agua de mar, lucha contra las latas de conserva, tiene que usar cubiertos descomunales que rizan más el rizo de su incompetencia y, cuando llega la noche, no les espera el descanso: se ven sobresaltados por la mirada sombría de un capitán en un cuadro; ella lo tira al mar, pero termina enganchándose en un saliente frente a la ventana de él, que sale corriendo asustado. También llega a utilizar un cangrejo como herramienta para reparar la nave cuando unos caníbales la acechan.
Mucho más que una pieza maestra del slapstick en los años en que ese género, el de las comedias de humor físico, vivía una etapa de esplendor, El navegante recaudó más de dos millones de dólares cuando su rodaje solo costó 211.000 (situémonos, repetimos, en 1924). En esa última cifra se incluían 25.000 dólares invertidos en la tripulación, la gasolina y el alquiler del barco, además de esa cara escena submarina de arreglo del aparato, con Keaton vestido de buzo, que se filmó en el lago Tahoe en una época del año en que solo se resistía en sus profundidades escasos minutos. También el cámara, sentado en una campana de buzo construida para la ocasión, tenía que ir pertrechado para el Ártico.
Buster era hábil, no solo a la hora de encontrar financiación para sus películas, también sometiéndose a tormentos varios y no menores con el fin de hacernos reír.

 

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Autoritarismo en Paraguay

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Los autoritarismos precarizan la vida, exacerban prácticas machistas, reducen el espacio cívico, cooptan poderes, persiguen al periodismo y a las organizaciones sociales, ¿te suena?

 

Desde los feminismos es clave identificar los síntomas de los autoritarismos. Acá te contamos algunos.

 

Créditos

Guión: Emilia Yugovich

Voz en off: Jazmín Cebé

Producción: Jazmín Cebé

Edición: Milena Ruíz Díaz

 


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Solo humo: Juan José Millás

Juan Ortiz

Solo humo

Solo humo

Solo humo es una novela contemporánea escrita por el laureado periodista y autor español Juan José Millás. La obra fue publicada por primera vez el 16 de marzo de 2023 de la mano de la editorial Alfaguara. Tras su lanzamiento, el libro comenzó a recibir muy buenas críticas por parte de los lectores, obteniendo una media entre 3.63 y 3.9 estrellas.

La aceptación de la obra se puede notar en plataformas como Goodreads y Amazon, respectivamente. En lo que podría considerarse el último tercio de su carrera como escritor, Juan José Millás ha logrado difundir un mensaje maravilloso acerca de la labor transformadora de la literatura y la forma en que esta cambia a aquellos que leen, al punto de llevarles a crear sus propias historias.

Sinopsis de Solo humo

Un abrazo entre la realidad y la fantasía de los cuentos de hadas

La novela da inicio cuando Carlos recibe la noticia de la reciente muerte de su padre. Este último es un hombre a quien el protagonista no conoció, pues desapareció muy pronto de su vida, y solo ha sido capaz de volver en la forma de una figura incorpórea que habita en un departamento que, curiosamente, le heredó al hijo que abandonó.

El piso en cuestión no tiene más que ropa vieja y libros usados, así que no parece muy especial. Sin embargo, a partir de esos pocos ingredientes, Carlos intenta comprender a aquel hombre que no conoció, sobre todo a través del libro que se halla en su mesita: Los cuentos de los hermanos Grimm. De este modo, el protagonista tiene la oportunidad de explorar a su padre gracias a las lecturas que este dejó en marcha, además de intentar encontrar el fantasma de quien decidió su vida entre esas páginas.

El descubrimiento progresivo del individuo

El hallazgo gradual de quién fue o quién pudo haber sido su padre se va realizando entre cuentos de hadas en medio del paso a la madurez de Carlos, quien acaba de cumplir los dieciocho años. En su propio contexto, el protagonista se ve fascinado por el clásico y psicoanalítico impulso de “matar al padre” sintiendo el deseo de conquistar todo terreno antes habitado por su progenitor.

Es así como los lectores se van adentrando también en el entorno de Carlos: el hogar, el amor y la familia. Sin embargo, conforme esto sucede, el personaje principal se encuentra con la crueldad propia de la adultez como contraposición a la inocencia previa. A la par que Carlos lee y vive, entiende que el mundo que había idealizado antes —el real y el de los cuentos— esconde maldad.

La tesis tras Solo humo

La maldad descubierta por el protagonista es mucho mayor de la que había percibido hasta ahora, incluso, siendo más terrible que la de los cuentos del libro en la mesita de su padre, el cual lee muy apasionadamente. Al mismo tiempo, Juan José Millás construye una resonancia entre los vacíos que el hijo abandonado se ve obligado a llenar, a veces a través de las historias de terceros.

Otras veces, Carlos asume la labor de cuentacuentos, y se halla a sí mismo creando sus propias fábulas acerca de quien nunca estuvo. Entonces, ocurre un milagro: a falta de poder explicarlo todo, el autor cede un rol creativo a la mente del lector, para que este acabe por rellenar los espacios con un material más íntimo. En este sentido, Solo humo, más que un libro, es un ejercicio literario.

Sobre la propuesta de Juan José Millás

El planteamiento del autor en esta novela juega con los cuentos de hadas clásicos, tanto en forma como en fondo. En este sentido, Carlos no solo se convierte en el protagonista de su propia fábula, sino que todos los acontecimientos a su alrededor conspiran para que así sea, por ejemplo: las historias fantásticas de su padre sobre su vecino.

Otra cosa que vuelve fantasioso el casi costumbrismo de la obra es el amor que surge a modo de venganza hacia el hombre que no pudo vivirlo. Esta es una conclusión que se hace presente en varias ocasiones, en especial a través de los cuentos, que se hacen más referenciales a medida que avanza la historia de Carlos y la novela misma.

La magia cognitiva de quien lee

En Solo humo existe una mezcla entre la ficción y la realidad que, a la par, demuestra esa suerte de magia cerebral que ocurre cuando el lector se ve irrevocablemente sumergido en una historia. Entre otras cosas, esta obra de Juan José Millás se presenta como una carta de amor a la propia Literatura: como constructo social y a manera de objeto de ocio, educación e introspección.

Asimismo, la acción de mezclar realidad y fantasía le ayudará al lector a entrar en algunos de los mayores intereses de la biografía literaria de Juan José Millás. Esto, por supuesto, a través del desdoblamiento del hijo —quien vive en el mundo de los libros, pero también en el suyo— y la supuesta bilocación del padre, así como el uso del extrañamiento para acercarse a lo ordinario.

Sobre el autor

Juan José Millás García, o Juanjo Millás, nació el 31 de enero de 1946, en Valencia, España. Durante su época universitaria, se inscribió en la facultad de Filosofía y Letras, carrera que abandonó en el tercer curso. Más tarde, comenzó a trabajar en la aerolínea Iberia, primero en un puesto administrativo y luego en el gabinete de comunicación.

En simultáneo, empezó a colaborar con la prensa. Esta actividad lo llevó a cosechar un inesperado éxito, por lo que el autor decidió dedicarse a tiempo completo a escribir. A principios de 1990, su experiencia le abrió las puertas al diario El País, además de otros medios de comunicación.

Otros libros de Juan José Millás

Novelas

  • Cerbero son las sombras (1975);
  • Visión del ahogado (1977);
  • El jardín vacío (1981);
  • Papel mojado (1983);
  • Letra muerta (1984);
  • El desorden de tu nombre (1987);
  • La soledad era esto (1990);
  • Volver a casa (1990);
  • Tonto, muerto, bastardo e invisible (1995);
  • El orden alfabético (1998);
  • No mires debajo de la cama (1999);
  • Dos mujeres en Praga (2002);
  • Laura y Julio (2006);
  • El mundo (2007);
  • Lo que sé de los hombrecillos (2010);
  • La mujer loca (2014);
  • Desde la sombra (2016);
  • Mi verdadera historia (2017);
  • Que nadie duerma (2018);
  • La vida a ratos (2019).

Recopilaciones de relatos

  • Primavera de luto y otros cuentos (1992);
  • Ella imagina y otras obsesiones de Vicente Holgado (1994);
  • Cuentos a la intemperie (1997);
  • La viuda incompetente y otros cuentos (1998);
  • Cuentos (2001);
  • Números pares, impares e idiotas (2001);
  • Articuentos (2002);
  • Relatos de ida y vuelta (2002);
  • Cuentos de adúlteros desorientados (2003);
  • La ciudad (2005);
  • Los objetos nos llaman (2008);
  • Articuentos completos (2011);
  • Infieles y adulterados (2014);
  • Una vocación imposible. Cuentos completos (2019).

Artículos

  • “Algo que te concierne” (1995);
  • “Cuerpo y prótesis” (2000);
  • “Todo son preguntas” (2005);
  • “El ojo de la cerradura” (2006);
  • “Sombras sobre sombras” (2007).

No ficción

  • Hay algo que no es como me dicen: el caso de Nevenka Fernández contra la realidad (2004);
  • María y Mercedes: dos relatos sobre el trabajo y la vida familiar (2005);
  • Un mapa de la realidad: antología de textos de la enciclopedia Espasa (2005);
  • Vidas al límite (2012);
  • Con Juan Luis Arsuaga: La vida contada por un sapiens a un neandertal (2020);
  • Con Juan Luis Arsuaga: La muerte contada por un sapiens a un neandertal (2022).

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ELS GRANS DE L´IVAM

¿QUÉ ES ELS GRANS DE L´IVAM?
Un programa del Instituto Valenciano de Arte Moderno destinado a generar un grupo estable de visitantes sénior en el centro: mayores de 65 años y sin compromisos laborales que deseen ampliar conocimientos sobre historia del arte contemporáneo, creación artística y museos, además de compartir saberes con personas de un perfil similar. La iniciativa cumple este año tres ediciones.
 
¿QUÉ OBJETIVOS TIENE?
En último término, hacer del IVAM un lugar donde compartir y adquirir experiencias, desarrollar ejercicios de escucha y contemplación, transmisión de conocimientos y puesta en cuestión de los mismos.
 
¿EN QUÉ CONSISTIRÁ ESTA ACTIVIDAD?
Quienes formen parte de este colectivo visitarán las exposiciones abiertas en IVAM. Centre Julio González, IVAM Alcoi e IVAM al territorio con el fin de extraer de ellas vivencias propias. Los acompañará el equipo de mediación del museo, a cargo de Empar Polanco.
 
¿EN QUÉ FECHAS TENDRÁN LUGAR LAS VISITAS?
Los martes, 15, 22 y 29 de octubre, 5 y 19 de noviembre, 3 y 17 de diciembre, de 10:00 a 13:00 horas.
 
¿QUÉ TENGO QUE HACER PARA APUNTARME?
Los mayores de 65 con esos horarios disponibles pueden enviar una carta de motivación, del 1 al 20 de septiembre, al correo [email protected], en la que expliquen sus motivos y expectativas, sus intereses artísticos y personales, para formar parte del grupo.
 
PARA MÁS INFORMACIÓN:
https://ivam.es/
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Huertas urbanas: comunidad, conciencia ambiental y autonomía alimentaria

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En medio del ajetreo de la ciudad, en el Bañado Tacumbú, una iniciativa verde está cobrando fuerza: las huertas urbanas. Estas pequeñas parcelas de verdor están cultivando no sólo alimentos, sino también un sentido de comunidad, conciencia ambiental y autonomía alimentaria.

 

*Por Noelia Díaz Esquivel
Edición: Mónica Bareiro

 

En los últimos tiempos, una iniciativa verde va tomando fuerza en las viviendas de barrios urbanos, como por ejemplo en el Bañado Tacumbu. Pero, ¿qué son realmente las huertas urbanas y por qué se están convirtiendo en una parte vital de estas comunidades?

 

Las huertas urbanas son espacios donde se cultiva una variedad de vegetales y hierbas directamente en el entorno urbano, ya sea en patios traseros, azoteas, o incluso en espacios comunitarios compartidos. Belén Guanes (20), una residente del Bañado Tacumbú, comparte la experiencia que están viviendo en el predio del Centro de Ayuda Mutua Salud para Todos (CAMSAT) : «Tenemos nuestra huerta desde el año pasado. Empezamos con lechuga repollada, albahaca y demás, y ahora hemos ampliado con poroto, zanahoria, chilitos, locote, y tomate».

 

 

Estas iniciativas no surgen de la nada. Según explica la voluntaria, la iniciativa forma parte de un programa ecológico más amplio implementado con cooperación financiera del proyecto Voces Para la Acción Climática Justa (VAC) y WWF-Paraguay y que incluye cursos de huerta urbana. «Realizamos talleres en la huerta misma, tanto para adultos como para jóvenes. Queremos involucrar a todas y todos en esta experiencia».

 

Pero, ¿por qué son importantes estas huertas urbanas? Además del orgullo de ver crecer tus propios alimentos, Belén señala la importancia de reducir el consumismo y fomentar la conciencia sobre el uso del suelo de una manera más sustentable. «Generar tu propio alimento no solo es satisfactorio, sino que también ahorra dinero y es más saludable. Tratamos de fomentar eso en nuestros cursos», explica.

 

La participación activa es clave en estas huertas. La joven destaca cómo las personas, especialmente las señoras del barrio, están emocionadas de ver crecer sus cultivos y participan activamente en los debates sobre qué plantar y cómo cuidarlo. «Nos sentimos satisfechos al ver que les gusta y participan. Ahora queremos hacer un esfuerzo por llegar también a los jóvenes», concluye.

 

Así, las huertas urbanas están floreciendo en lugares como el Bañado Tacumbu, no solo como espacios verdes en medio del cemento, sino como semilleros de comunidad, conciencia ambiental y autonomía alimentaria.

 

*Este material fue producido en el marco del proyecto Voces Para la Acción Climática Justa, implementado en Paraguay por WWF Paraguay y Avina.


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Patrick Radden Keefe. Libros

Mariola Díaz-Cano Arévalo

Patrick Radden Keefe libros

Patrick Radden Keefe nació en Boston en 1976, forma parte de la plantilla del The New Yorker y es autor de varios libros de no ficción que mezclan el análisis periodístico, la historia y la biografía. Son ya cuatro los publicados en España, porque hoy aparece el último, Cabeza de serpiente, originariamente de 2009. El primero fue No digas nada, después llegó El imperio del dolor y, más tarde, Maleantes. Y se ha hecho un hueco en las listas de los más vendidos de este género.

También ha publicado artículos en The New York Times Magazine, Slate y The New York Review of Books. Ha recibido varios reconocimientos y premios por su trabajo y, además, es creador y narrador del pódcast en ocho capítulos Wind of Change. Echamos un vistazo a esos títulos para quien quiera descubrirlos.

Patrick Radden Keefe — libros

No digas nada

El primer título que se publicó por aquí fue ganador del National Book Critics Circle Award, del Premio Orwell y finalista del National Book Award.

Narra los acontecimientos sucedidos en diciembre de 1972, cuando varios encapuchados secuestraron a Jean McConville, una viuda de treinta y ocho años con diez hijos a su cargo. Fue en un barrio católico de Belfast y no hubo duda de que se trataba de una represalia del IRA. Pero el crimen no empezó a resolverse hasta 2003, cinco años después de los acuerdos de paz del Viernes Santo, cuando desenterraron los restos mortales de McConville en una playa solitaria.

Radden Keefe empezó a investigar las ramificaciones del caso, pero no sabía aún que iba a escribir una crónica total sobre el conflicto norirlandés que ha sido aclamada de forma unánime. Entrevistó y consiguió testimonios nunca antes recogidos, e hizo un retrato de la profesionalización de las milicias republicanas, la represión del Estado británico, la escalada de violencia y, sobre todo, la evolución ideológica de algunos de sus protagonistas, como de Dolours Price, que se alistó en el IRA muy joven y estuvo implicada, entre otros atentados, en la ejecución de McConville.

El imperio del dolor 

Este título empieza en la Gran Depresión, con la historia de tres hermanos dedicados a la medicina: Raymond, Mortimer y Arthur Sackler, quien tenía un don especial para la publicidad y el marketing. Años después contribuyó a la primera fortuna familiar ideando la estrategia comercial de un revolucionario tranquilizante, Valium, para la gran compañía farmacéutica que lo sacó al mercado. Más tarde fue su sobrino Richard Sackler, hijo de Raymond, el que se puso al frente de los negocios de la familia, incluida Purdue Pharma, su propia empresa fabricante de medicamentos. Recogió el testigo de su tío Arthur y lanzó un fármaco que iba a ser definitivo, el OxyContin. Ganaron miles de millones de dólares, pero terminaría por arruinar su reputación.

Radden Keefe se puso a investigar qué había detrás de la dinastía Sackler en 2017, desde sus complicadas relaciones familiares, de dónde salía el dinero o sus dudosas prácticas de mercado. El resultado es este análisis que relata el auge y caída de una de las grandes familias norteamericanas y su más que oscuro emporio de la salud.

Maleantes

En este tercer libro Radden Keefe hace un amplio recorrido de nuevo por el lado más gris del ser humano. Ahora se dedica a retratar, entre otros personajes, al traficante de armas Monzer al-Kassar, al Chapo Guzmán y su vida después de su huida de una prisión de alta seguridad, o al famoso delincuente holandés William Holleeder y los esfuerzos de su propia hermana para conseguir que lo metieran en prisión. En total, son doce perfiles de estafadores, truhanes, asesinos y rebeldes, cuyas vidas y trayectorias invitan a reflexionar sobre el mal, el poder, el crimen y la corrupción, pero también sobre la valentía de quienes decidieron enfrentarse a ellos.

Cabeza de serpiente 

Acabamos con este repaso a los libros de Patrick Radden Keefe con este título que toca el tema del tráfico de personas. La primera de las tramas de esta historia nos lleva a la increíble travesía del Golden Venture, el barco que embarrancó en la península de Rockaway, cerca de Nueva York, el 6 de junio de 1993, cargado con más de trescientos inmigrantes chinos sin documentación y que se retransmitió en directo.

La mente al mando de aquel suceso era insólita: una mujer de mediana edad y completamente anodina llamada Cheng Chui Ping que, desde la trastienda de un recóndito bazar en Chinatown, había ido construyendo poco a poco un imperio multimillonario. La Hermana Ping, como la llamaban, era la mayor «cabeza de serpiente» de Estados Unidos, alguien capaz de organizar el pasaje de miles de compatriotas a cambio de pequeñas fortunas.

Otras subtramas nos cuentan las guerras entre distintas bandas (entre las que destacaban la Fuk Ching), los circuitos del dinero negro hacia la provincia de Fujian, algunos fallos internos de las organizaciones estadounidenses que vigilan las fronteras, o el FBI investigando a otros «cabezas de serpiente» y sus baldíos esfuerzos por detenerlos.


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