Occidente y Rusia tienen percepciones totalmente diferentes del conflicto en ‎Ucrania. Es realmente un caso digno de estudio. Y no son los intereses materiales de ‎los antagonistas los que determinan esa diferencia en la percepción del conflicto sino ‎concepciones muy diferentes de lo que es el Hombre y formas diferentes de ver ‎la Vida. Uno de los bandos estima que el “enemigo” pretende restaurar el imperio ‎zarista o la Unión Soviética mientras que, para los demás, ese bando cree ser la ‎encarnación misma del Bien. ‎