by durito | Feb 8, 2023 | actualidad |
Azahara Palomeque
“El alma nacional está fuerte”, “no hay nada fuera de nuestro alcance”. Así ha concluido Joe Biden el discurso denominado “estado de la unión” que todo presidente de Estados Unidos debe ofrecer anualmente por orden de la Constitución. Una hora antes, el jefe del Ejecutivo aseguraba que había que “restaurar” precisamente esa alma nacional a través de la reconstrucción de la clase media, un colectivo que Biden suele encumbrar porque, como ha dicho en la noche del martes 7 de febrero, muestra una posibilidad de ascenso para los pobres y no supone ningún obstáculo para las clases altas.
Entre la petición del principio y el optimismo del final, el presidente ha interpelado numerosas veces a una cámara de representantes controlada por primera vez en su legislatura por el Partido Republicano, llamando al consenso en cuestiones clave como la recuperación de la manufactura y la necesidad de incrementar los impuestos a los ricos. No han faltado abucheos de la oposición, señal de un Congreso dividido donde es probable que la mayor parte de las iniciativas legislativas se atasquen: desde enero, los demócratas solo lideran el Senado. Aun así, el mensaje ha sido contundente.
Entre sus éxitos, ha destacado la creación de 12 millones de empleos desde el comienzo de su mandato, medio millón de ellos solo en diciembre, lo que ha conducido a que la cifra de paro sea la más baja de la última media centuria: 3,4%. La Ley de Infraestructura, aprobada con algunos votos republicanos, ha entrado en vigor recientemente, y esto le ha servido para vanagloriarse por ese plan de obras públicas diseñado para remodelar aeropuertos y autopistas, garantizar el acceso a la banda ancha y sustituir las viejas tuberías de plomo que aún abastecen de agua a miles de hogares y colegios.
Happening Now: President Biden delivers the State of the Union address to a joint session of Congress. https://t.co/mzCN4SYpda— The White House (@WhiteHouse) February 8, 2023
Pero, más allá de la mera reparación de unas infraestructuras tan decadentes que han hecho al país descender al puesto trece en el ranking mundial –España se encuentra en el séptimo–, Biden ha subrayado la urgencia de competir con China y otros países en la fabricación de, por ejemplo, semiconductores, esenciales para multitud de industrias, desde la tecnológica hasta la automovilística. Las referencias a China se han multiplicado también en materia de seguridad: cooperación, pero sin amenazas a la soberanía nacional, ha aseverado, en relación al globo chino sospechoso de espionaje derribado hace unos días. El apoyo a Ucrania y el liderazgo estadounidense dentro de la coalición global contra Putin han ocupado asimismo parte de su discurso, aunque en menor medida que en el del año pasado.
Otro de los logros fundamentales de Biden fue la firma de la Ley para la Reducción de la Inflación, que incluye una ambiciosa partida destinada a la inversión en energías limpias, estaciones de carga para coches eléctricos y ventajas fiscales para la ciudadanía que adquiera estos vehículos.
Biden ha asegurado que el cambio climático es una “amenaza existencial” y, aunque su plan probablemente no sirva para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como ya analizamos, la mera mención ha generado numerosas críticas en un auditorio lleno de congresistas republicanos: “Vamos a necesitar gas [fósil] y gasolina al menos durante la próxima década”, exclamó Biden, a lo que siguieron gritos de reprobación por parte de sus oponentes, a pesar de que la ley supone un impulso a los combustibles fósiles.
La polémica no ha hecho más que engordar cuando el presidente explicó cómo se financiaría: el demócrata ha sugerido subir la carga fiscal a los ricos, lo cual requeriría medidas legales concretas para mil-millonarios y un impuesto del 15% a las grandes corporaciones: “Menos que lo que paga una enfermera”, ha recalcado. Ampliar el techo de la deuda sin recortar las prestaciones de la Seguridad Social y Medicare –programas asistenciales para jubilados, entre los que se encuentra la cobertura parcial de los gastos médicos– han sido otra de sus propuestas.
Como de costumbre, el alto precio de los medicamentos y la atención sanitaria en general ha salido a colación: “¿Qué ocurre si tu pareja contrae cáncer? ¿Vendes la casa? ¿Pides una segunda hipoteca?”, decía un Biden preocupado, que ha recordado el tope impuesto a la insulina para los mayores de 65 años y la prioridad de extender ese límite al resto de la población diabética.
Violencia policial y armas
Uno de los momentos más emotivos ha tenido lugar al presentar a los padres de Tyre Nichols, el joven negro muerto hace unas semanas tras recibir una brutal paliza de la policía. Después de alabar el valor de las fuerzas del orden, que “arriesgan su vida” al cumplir sus funciones, el mandatario –quien jamás atendió a las reivindicaciones del Black Lives Matters respecto a la reducción de los presupuestos policiales– ha hecho hincapié en la importancia de que los agentes reciban mejor entrenamiento mientras se lucha por disminuir el crimen mediante la facilitación del acceso a la educación o a la vivienda.
Además, ha enfatizado: “Prohíban las armas de asalto”, algo prácticamente imposible dada la reticencia republicana. Por último, ha azuzado a la oposición a colaborar en asuntos como la protección de los veteranos de guerra, la implementación de una reforma migratoria que frene la entrada de fentanilo al país –la droga sintética responsable en parte por la epidemia de opiáceos–, los derechos del colectivo LGBTQ y el aborto, recientemente derogado a nivel federal por el Tribunal Supremo. “Si se intenta aprobar una ley para prohibirlo en todo el país, la vetaré”, sentenció Biden, pues ahora mismo la interrupción voluntaria del embarazo se mantiene en los Estados de mayoría demócrata. Sin embargo, no ha mencionado ninguna medida para contrarrestar la sentencia del Supremo desde el poder ejecutivo.
En comparación con otras intervenciones públicas efectuadas cuando Biden aún contaba con el apoyo de las dos cámaras, este discurso se ha caracterizado por la mesura y los guiños a sus contrincantes movidos por un afán de diálogo que quizá sea lo único que pueda evitar dos años de inmovilismo. A sabiendas de las dificultades que le esperan, el presidente apenas ha nombrado las iniciativas estrella que constituían su programa inicial –bajas por enfermedad y guarderías pagadas, preescolar gratuito– y se ha centrado en una línea dominada por políticas fiscales más justas, el crecimiento económico y, dentro de este, la reactivación del sueño fabril.
Junto a ello, una advertencia a la oposición se ha escuchado también en la sala: “La democracia no es un asunto partidista”, es de todos, avisó, en un intento por demostrar que la memoria del asalto al Capitolio sigue viva y la estabilidad política es susceptible de quebrarse si no se hace frente a las tendencias golpistas. Más moderado que asertivo, y atravesado por un porcentaje de popularidad muy bajo en el que influyen sus ochenta años, está por ver cómo se desarrolla el resto de su mandato y si se postulará como candidato a la Casa Blanca en 2024.
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by durito | Feb 7, 2023 | actualidad |
econoNuestra
La victoria de Lula en Brasil se encuentra con un país altamente polarizado y con grandes retos por delante en cuanto a desigualdad, protección del medio ambiente y modelo económico.
Con un margen de maniobra menor que en sus anteriores mandatos y un gobierno con una gran diversidad de partidos en puestos ministeriales, Lula tendrá un difícil cometido en esta nueva legislatura. Roberto Montoya, analista internacional, nos lo cuenta en este nuevo capitulo de econoNuestra.
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by durito | Feb 6, 2023 | actualidad |
Azahara Palomeque
En Estados Unidos, se calcula que en torno al 40% de la población evita ir al médico cuando lo necesita por miedo a las facturas derivadas de la consulta. El dato es preocupante, pero existe otro precio que pagar al que se presta menos atención y no es otro que el que se deriva de compartir nuestros datos. Durante la época que viví en ese país, y una vez logré identificar que sufría depresión, me negué rotundamente a acudir a un profesional debido, entre otras cosas, a la incapacidad de saber qué haría exactamente la industria sanitaria con esa información, junto a la sospecha de que podría ser utilizada para incrementar el precio del seguro, o directamente para negármelo en algún momento. Mis suspicacias se cimentaban en un hecho irrebatible: cada vez son más las empresas que buscan recolectar el mayor número de datos posible sobre nosotros porque eso les aporta una ventaja competitiva que, a la larga, se traduce en golosos beneficios.
Más allá del conglomerado estadounidense en torno a la salud –uno de los más lucrativos–, y de las grandes tecnológicas y el oligopolio de las redes sociales, la adquisición de datos personales de todo tipo a través de la digitalización se está convirtiendo en un mandato para la supervivencia en el mundo de los negocios. El concepto acuñado para definir este fenómeno es “darwinismo digital”, una suerte de reinterpretación de las teorías del científico inglés Charles Darwin, que promulga la imperiosa adaptación del tejido corporativo a la “evolución” del tecnológico y el comportamiento de los posibles clientes.
Las marcas que no sean capaces de llevar a cabo ese proceso, dicen los expertos, morirán, y estas abarcan desde fabricantes de aspiradoras, persianas “inteligentes” y demás objetos que ya integran lo que se ha venido a llamar “el internet de las cosas”, hasta ese reloj que mide las pulsaciones y pasos, o la industria automovilística. Esta última, decía Shoshana Zuboff, autora del libro Surveillance Capitalism (capitalismo de la vigilancia) y profesora de Harvard, obtiene ya más rédito gracias a los datos que le aportan las cámaras de los coches que con la fabricación y venta de vehículos. Que hasta algunos comederos para perros lleven incorporados chips y pantallas conectados, puede argumentarse, no responde tanto al progreso de nuestra civilización como a un modelo de negocio basado en la gestión de información personal.
Así, la prensa especializada subraya a menudo las ganancias de implantar inteligencia artificial y, específicamente, mecanismos de aprendizaje automatizado (machine learning) en distintos sectores, ya que, más allá de su acumulación, los datos son utilizados para entrenar a algoritmos que modificarán a la máquina produciendo el efecto deseado: en los vehículos sin conductor, que éste identifique rutas y obstáculos en la carretera; en los seguros (de salud, del hogar), que modelen escenarios de riesgo según los cuales establecer el coste de las pólizas.
Los inversores lo tienen claro, y han logrado dilucidar algunas tendencias con potencial de crecimiento. Una de ellas sería la marcada por John Kerry, el enviado presidencial de Estados Unidos para el Clima, quien aseguró en 2021 que la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero provendría en un 50% de “tecnologías que no tenemos todavía”. El tecno-optimismo de este cargo público está siendo utilizado para justificar el desarrollo de infraestructuras cuestionables como las dedicadas a la captura de carbono, pero hay más.
El despliegue del 5G, por ejemplo, constituiría otra de las áreas de expansión digital propuestas por gobiernos y corporaciones, a pesar de las múltiples críticas. Si el científico del CSIC Antonio Turiel no ha dudado en calificarlo como “lo más parecido en el ámbito de las telecomunicaciones a la construcción de los moais de la isla de Pascua, es decir, el canto del cisne antes del colapso”, a causa del derroche energético que supone, el Alto Consejo por el Clima francés también expresó hace dos años sus dudas. Según el organismo, la instalación masiva del 5G podría provocar un aumento de las emisiones, así como daños en la salud. Por su parte, la periodista especializada en tecnología Marta Peirano ya ha afirmado en más de una ocasión que el 5G es “una necesidad creada para la explotación de datos” y, por ende, “una gran trampa para espiarnos”.
De ese espionaje, que tiende a multiplicarse conforme el entramado empresarial y financiero fortalece su dogma darwinista, se desprenden consecuencias nefastas que van desde el destrozo medioambiental perpetrado por la nube, hasta la fabricación de nuevos hábitos de consumo y la pérdida de privacidad, pasando por la manipulación de sensibilidades políticas y conductas electorales. La sobrevivencia de la industria más fuerte, tecnológicamente hablando, apunta así a una debilidad civil mientras más se afianza nuestra dependencia digital.
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by durito | Feb 3, 2023 | actualidad |
Peli de tarde
Dos amigas organizan un evento multitudinario para recaudar fondos que, según dicen, se destinarán a combatir la pobreza en Bunawa, un país centroafricano. Aseguran a los asistentes que ellas no son como otras ONGs politizadas, sino que en su gestión prima la sensatez y la moderación.
El acto trascurre con normalidad, hasta que uno de los allí presentes decide informarse y descubre que no hay ningún país africano con ese nombre. Entonces, el rumor de que las organizadoras no son lo que dicen ser empieza a extenderse entre la muchedumbre.
La gente les exige una explicación, pero, de repente, una de ellas desaparece. La otra, acorralada, se defiende manteniendo la existencia de Bunawa y asegurando que su gestión ha sido impecable. Convencer a la multitud supondrá una tarea imposible, pero lo que no dejará pasar será la traición de su amiga huída.
«Abandono letal» (I leave the ship before it sinks), la historia de engaño y traición más esperable del año.
Lee otras sinopsis de Peli de Tarde aquí.
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by durito | Feb 2, 2023 | actualidad |
La Marea
La cifra de personas en paro subió el pasado mes de enero. El aumento fue de 70.744 personas, algo que el gobierno atribuye a la coyuntura estacional tras la campaña navideña. Desde el Ministerio de Trabajo subrayan que el total de parados es el menor en un mes de enero desde 2008.
«La subida del paro nunca puede ser una buena noticia», señalaba Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo y Economía Social, en la presentación de los datos. «Pero lo cierto es que el mes de enero se ha comportado en los términos habituales», matizó. Según la serie histórica, la media de nuevos parados en enero se sitúa tradicionalmente en torno a las 80.000 personas. Es decir, que comparado con otros eneros, valoran desde el ministerio, el de 2023 ha sido bueno.
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by durito | Ene 31, 2023 | actualidad |
econoNuestra
El sindicalismo feminista ha aterrizado en nuestra realidad a fin de repensar el movimiento obrero y su lucha. En los últimos años, organizaciones como Las Kellys han visto resquebrajadas sus relaciones con los sindicatos de clase tradicionales y han decidido alzarse como asociaciones autónomas. Pero, ¿por qué surgen estos movimientos?, y especialmente, ¿por qué son tan necesarios?
La economista Julia Castellano reflexiona sobre esta cuestión en el siguiente vídeo.
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by durito | Ene 30, 2023 | actualidad |
Manuel Ligero
La directora de orquesta Lydia Tár aconseja a su alumnado en Juilliard que se interrogue sobre cuáles son el efecto y las emociones que les generan las partituras que un día dirigirán desde el podio. A su juicio, un buen director (o directora) debe saber responder a ciertas preguntas, interrogarse sobre la intención del compositor (o compositora) y, sobre esa base, ofrecer una interpretación personal, una perspectiva propia que genere precisamente eso: efecto y emoción. Así pues, ¿que pretendía Todd Field al rodar esta película? ¿Qué efecto, qué emoción quería generar?
La respuesta, quizás, esté en esa misma secuencia inicial, la de la clase en Juilliard, magistral, prodigiosa en su concentración de temas espinosos de actualidad, en su riqueza intelectual, en la belleza de la música, en su violencia cultural, por así decir. Dice Tár: «Bach se hace una pregunta y da una respuesta. Lo que lleva a otra pregunta. Hay humildad en Bach. No pretende estar seguro de nada». Todd Field tampoco.
Su retrato de mujer con orquesta al fondo es tan complejo, tan minucioso y tan contemporáneo que hay quien podría ver en Lydia Tár a un monstruo y quien la podría calificar de víctima. Y ambas lecturas serían plausibles.
Tár es, sin duda, una película extraordinaria. Y también incomodísima. Quizás por eso, precisamente, sea extraordinaria. Para empezar, el personaje que construye Cate Blanchett (portentosa, sublime, una cosa de otro mundo) podría haber sido interpretado por un hombre sin necesidad de cambiar una sola coma del guion. El hecho de que sea una mujer cambia por completo la naturaleza del relato. Porque, ¿quién es Lydia Tár?
Pues una versión lesbiana y suavizada de Plácido Domingo, una persona madura y con poder que persigue a jovencitas y que intenta aprovecharse de su posición privilegiada para meterse en la cama con ellas. Al mismo tiempo, es una directora de orquesta superdotada, con una formación académica abrumadora y una feminista convencida que pelea por ensanchar el canon de la música clásica para que se reconozca el valor de las mujeres en el campo de la composición. Sus méritos (y ciertas habilidades políticas) la han catapultado a la cumbre de su profesión: dirigir la Orquesta Filarmónica de Berlín. A partir de aquí se abre un enorme abanico de preguntas embarazosas.
Dudas legítimas
¿Tiene que ser una mujer la que se ponga en la piel del típico señoro pollavieja? Desde luego, así la película es mucho más interesante, más profunda, más desafiante en el plano analítico. ¿O habría que decir, simplemente, más morbosa? ¿Y tiene que ser necesariamente lesbiana? ¿No se hace Lydia Tár candidata a entrar, junto a otros malvados homosexuales, en aquella abominable nómina de estereotipos que reunía El celuloide oculto? Podrá argüirse que, en tanto mujer, tiene que ser despiadada para poder alcanzar un puesto de poder. Feminista, lesbiana, rijosa, despiadada… Repetimos: ¿que pretendía (el hombre) Todd Field al escribir y dirigir esta película? ¿Qué efecto, qué emoción quería generar?
Todas estas preguntas parecen inducir a una determinada interpretación (no demasiado halagadora) de una película que, una vez vista (y merece mucho la pena, de verdad), en realidad no está tan clara. Ahí, en su complejidad, radica su fuerza. Porque la película, aun con todo lo expuesto, es espléndida. Son dos horas y media que se pasan volando por la capacidad de fascinación que es capaz de desplegar Cate Blanchett.
Siendo benévolos podríamos decir que lo que Todd Field pretende con esta historia es mostrar las nefastas consecuencias de la masculinidad tóxica en el ejercicio del poder. Y su apuesta artística es que esa toxicidad la encarne una mujer. Y acierta. O no. ¿Quién sabe? Magnífico dilema. Bach, dice Lydia Tár en la citada escena de Juilliard, «sabe que siempre es la pregunta la que hace participar al público. Nunca es la respuesta».
‘Tár’, de Todd Field, se estrenó en salas el viernes 27 de enero.
La entrada Virilidad intolerable (de una mujer) se publicó primero en lamarea.com.
by durito | Ene 27, 2023 | Assange |
CourageA
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