Es una constante de la Historia, los cambios son poco frecuentes pero abruptos. Y los últimos ‎en percibirlos generalmente sufren las consecuencias. Aunque Occidente trata de mantener una ‎apariencia de inmovilismo, las relaciones internacionales ya cambiaron profundamente ‎en 2022, principalmente en detrimento de Estados Unidos, Reino Unido y de Francia, ‎a menudo en favor de China y de Rusia. Los occidentales se mantienen pendientes de lo que ‎sucede en Ucrania pero no perciben que el panorama general internacional ya no es el de ‎antes. ‎