Olivier Herrera Marín
París, 25 de febrero 2023
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El poeta, al tomar clara conciencia de que hace ya largo tiempo
que entró en el otoño de su vida, y que no puede seguir pensando
como cuando tenía 50 años, inicia el proceso de ordenar sus papeles, para dejar el testimonio de su efímero paso por la tierra, antes
de volver a su origen y besar las estrellas, el polvo del polvo estelar.
Tras la sorprendente y gratifcante experiencia de comprobar
la repercusión y alcance de sus versos publicados y utilizados pedagógicamente en el sistema escolar de Francia, el poeta opta en lo
inmediato por presentar una breve antología dedicada a los niños y
adolescentes escolarizados. Por si estos, por ventura, hoy les siguen
siendo válidos, como ocurrió hace unos años, para la formación
de los alumnos en los valores esenciales, universales y solidarios
de la paz y la libertad, la tierra y el agua limpia, el amor y la vida. Y
mientras tanto se pone «manos a la obra» para recuperar, ordenar
y revisar su extensa y dispersa obra; la publicada desde los años
1980 a hoy, y la que sigue durmiendo en multitud de papeles sueltos
y en el disco duro de un ordenador esperando ser recuperada
y pulida para su publicación, en 2 o 3 años, como obra completa.
No quiero terminar sin rendir un póstumo homenaje a mi gran
y querido amigo Claude Couffon, que empezó a fnales de los 90
la traducción de mi poemario Esther… Nombre de Mujer, que nunca
llegó a terminarlo, sobre todo, por tener él mucho trabajo, y al darle
yo mismo largas al asunto, no apremiándole. Y cuando por fn me
decidí y le contacté de nuevo, comprendí que ya era tarde. Claude
me recibió en su casa de Flers el 19 de mayo del 2013 con su segunda
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esposa Elisa para invitarnos a comer a mi y a Veronika Soboleva, mi
mujer, que le hizo la que posiblemente fuese la última entrevista de
su larga y fructífera vida entregada a la investigación y traducción de
las obras, la vida y la muerte de Federico García Lorca, de Miguel
Hernández, Pablo Neruda y de todos los grandes maestros de la
poesía, hasta que se apago su vida el 18 de diciembre del 2013.
Respecto a las preguntas de la entrevista sobre Olivier y su libro
de Esther y su poesía en los libros de texto en Francia Claude dijo:
—Le conocí en el mercadillo de la poesía en 1994, en el stand de
la librería española.
—Leí el libro hace muchos años, quería volver a leerlo ahora y me
es difícil por el problema de la vista.
Recuerdo el gran interés que me despertó. Yo lo quise traducir al
francés, pero tenía mucho trabajo y Olivier no insistió.
Olivier es muy original en la presentación de sus textos, y ello seduce al lector.
En realidad, Olivier escapa a toda clasifcación y se puede
saber con solo leer sus versos quién es el poeta. Olivier, sin darse cuenta,
crea una poesía en la que la verdad hispánica es muy profunda. Eso
es lo que buscan los miembros de un jurado cuando seleccionan sus
poemas. Su poesía es lo que se puede llamar la autenticidad.
Larga memoria a Claude Couffon y su imperecedera obra.

Olivier Herrera Marín
París, 25 de febrero 2023