El tiempo avanza 
apoyado en un bastón de huesos de muertos.

El filo del insomnio 
corta el cuello de la noche.

Unos cráneos vierten sangre, 
otros se embriagan y desvarían.

iquest;Puede mancharse el fuego? 
iquest;Puede combarse el aire?

El humo son nubes. 
Las nubes tienen forma de cabeza.

Las letras caídas del cielo 
se imprimen, despedazadas, en la 
[tierra.

El horizonte aconsejó a su hijo, el aire, 
que no saliera hoy.

¿Cómo se puede juntar y cargar 
este fardo de despojos?

¿Cómo es que no se fatigan 
los guijarros del camino?

Ni el propio sol puede iluminar 
este cuerpo que sangra tinieblas.

Días vestidos de polvo 
con facciones de viejo.

Mariposas que se inflaman 
subiendo la escalera del sueño.

Ceniza- príncipe que se sienta 
para recibir homenaje.

Cohete- rey que barre con su cola 
el cuerpo de sus súbditos.

El sol parece decir a su claridad: 
deslumbra mis ojos 
para no ver.

iquest;Acaso la vida es un error 
que el asesinato corrige?

¿Dónde hay un foso lo bastante grande para las 
[lágrimas? 
¿Dónde hay un agujero capaz 
de albergar el alma?

El ser asesina al ser.

¿Esta bóveda celeste no tiene 
otro seno?

¿Por qué es tan obstinada esta rosa? 
No cesa de leerme su amor.

La rosa casi ha olvidado 
cómo alumbrar su perfume.

El día teme al día. 
La noche se oculta de la noche. 
El sol se frota los ojos y suspira- 
No puede creer lo que ve.

Gracias 
al polvo que se mezcla con el humo 
de los incendios y lo mitiga, 
al intervalo entre bomba y bomba, 
a las baldosas que no cesan 
de sostener mis pasos. 
Gracias a la roca que enseña paciencia.

Experimento la borrachera de las explosiones 
la embriaguez del ruido, 
y disparo mi rostro 
por el espacio de las probabilidades.

La luz se extinguió- 
Encenderé el astro de mis sueños.

Tómame, amor 
y abrázame.

Ali Ahmad Said Ester (Adonis)