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Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.
Si nos enfrentamos a alguien, es probable que acabemos adoptando sus mismas estrategias de defensa. Gran reflexión. -
Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?
Una oda a la autorrealización y a no dejarse llevar por las conquistas del pasado. -
La Historia Universal es la de un solo hombre.
Una frase a libre interpretación. -
Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones.
Es solo una cuestión de darse tiempo para encontrar flaquezas en los propios pensamientos… -
Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído.
La grandeza de leer es que nos hace más sabios. Escribir es solo la consecuencia lógica. -
No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición.
Una curiosa reflexión que puede hacernos pensar. -
Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy.
Una irónica frase del gran Borges. -
“Siempre” es una palabra que no está permitida a los hombres.
La mera concepción de algo eterno es, en sí mismo, una utopía. -
No eres ambicioso: te contentas con ser feliz.
¿Cómo interpretas esta sentencia de Borges? -
Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón.
Una reducción al absurdo, sobre una de las falacias más usadas para deslegitimar la opinión de otra persona. -
Si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos.
Quizás vivimos demasiado absortos en formas de vida que nos alejan totalmente de la comprensión de lo que nos rodea. -
¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad.
Otra ironía del genio argentino. -
Todos caminamos hacia el anonimato, solo que los mediocres llegan un poco antes.
Una solemne reflexión sobre lo innecesario de la fama. -
La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.
Sobre la conjunción entre prosa y armar un castillo en nuestra propia mente. -
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
Sobre el futuro, el pasado, y su realidad última. -
Yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos.
Sobre la Iglesia (y otras religiones) y su afán por acaudalar riquezas y bienes. -
No he cultivado mi fama, que será efímera.
Una gran frase de Borges, siempre renuente a las supuestas mieles de la fama y la aceptación popular. -
Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
Siempre genial y creativo, con esta cita célebre llena de poesía. -
Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece.
Tal vez en alusión al lugar que ocupan las personas y las vivencias que ya no están, pero que permanecen en nuestra mente. -
La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.
Intrigante reflexión que puede hacernos pensar. -
Dólares: Son esos imprudentes billetes americanos que tienen diverso valor y el mismo tamaño.
Sobre el valor del dinero, muy presente en su obra y poco entre sus aficiones. -
Estoy solo y no hay nadie en el espejo.
Un cierto nihilismo inunda este pensamiento. -
El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez.
Una frase especialmente célebre y que resume perfectamente el sentido de la vida. -
Soñar es la actividad estética más antigua.
Para recrearse y para imaginar realidades que dibuja nuestro inconsciente. -
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
Sobre el enamoramiento: algo que todos hemos sentido alguna vez. -
Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia.
Un breve retrato incómodo del ciudadano argentino medio, en ojos del porteño. -
He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola.
Una genial reflexión que solo podía nacer de la pluma del escritor natural de Buenos Aires. -
Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso.
Poético y bello pensamiento que nos puede dar ánimos en un día nublado. -
Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.
Impresionante su forma de racionalizar y dar una salida positiva a estos sentimientos negativos. -
El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta ‘el modo imperativo’.
“La letra, con sangre entra” sería, según Borges, un tremendo error de nuestro sistema educativo. -
He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz.
Atormentado y solitario, Borges se lamentaba de no haber vivido con más entusiasmo. -
Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La divina comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente.
Sobre sus pocos pero curiosos vicios. -
La paternidad y los espejos son abominables porque multiplican el número de los hombres.
Una pincelada de su misantropía.