DIJO Y DIJERON DE ÉL
SE DICE DE ADONIS:
UN POETA EN EL MUNDO DE HOY
CLARA JANÉS EL NOMBRE DE ADONIS, LA METAMORFOSIS DEL POETA

Dice que lo ignorado robó su corazón y su corazón se transforma en una puerta, y sus venas en galerías donde acude una savia que fluye del pozo del enigma: puntos de luz que escapan de las cenizas, destellos de agua, gotas, espejos que se multiplican y penetran fecundando de imágenes como filamentos sutiles, sus cabellos que se esparcen en el horizonte.

Dice que el camino no tiene principio, mas su andadura recorre el día y la noche, y la noche, y mas allá, para beber el agua negra que enciende el poema -un murmullo, unas palabras-, pero no deja ver sus ojos. Cruza el círculo abisal, los arcos del alcance inalcanzable. Respira, llena de aire sus cauces, llena de semillas el aire, llena de brotes el azul, la expectativa del árbol que todavía no es blanco para la eternidad.

Dice que un rayo le mostró el camino. Y sucedió en su propio interior, y así fue fuego y abandonó la condición de piedra. El muro de piedra se incendió. Poderoso, se desmoronó. Y emergió en los limos y llenó la arcilla de resplandor. Y con él prendió el primer paso de la danza. He aquí la danza de la vida en los marjales. He aquí la danza en las copas de los árboles. He aquí la ascensión de la energía que se desplaza en condensaciones.

Dice que llenó sus cánticos de hachas, pues pugna es la de la luz por ocupar el puesto de la sombra en el aire; pugna es la de la lluvia por desprenderse de la nube hasta alcanzar el no ser para ser con la tierra; pugna la del ardor de la semilla por estallar en la rosa.

Todos los campos se llenan de rosas silvestres, todos los ríos de las palabras no pronunciadas, todas las rocas del vuelo de los halcones y del rielar de los astros. La estrella muerta resucita en la sangre y desde esta en la tierra que germina.

Dice que se disfrazó de Naturaleza pues es un disfraz cuanto acontece: la carne para los huesos, la vida para la muerte, la muerte para la vida…

Todos los colores huyen del negro, debatiéndose hacia las constelaciones, todos los silencios huyen de la alberca de lo ignoto paciente y desbordado. Y el vacío se llena ya de vibraciones.

Dice que muere y el aire son bodas y amapolas. Y la muerte es un anillo sin fin, su oro el sol que funde los glaciares, que enciende la visión en el desierto y sin cesar nos alimenta.

Y dice que reverdece como el tiempo, y que de nuestro rostro hemos hecho el hermano de la hierba.

(en Adonis: un poète dans le monde d’aujourd’hui, 1950-2000, Paris Institut du monde arabe, 2000)

«A quienes de entre nosotros proceden de universos culturales híbridos y que, como Adonis, están a caballo de Oriente y Occidente, las palabras del autor les hablan con mayor elocuencia. Nos reconocemos en ese alma que busca y sondea sin compasión en la agitación de la nuestra. (…)

»Adonis, echando por tierra las convenciones lingüísticas, al adoptar el verso libre y crear un nuevo idioma poético, ha buscado subvertir lo convencional, lo seguro, lo esperado. La literatura y el pensamiento árabes con ello han ganado en riqueza y emoción».

Asma Afsaruddin, «Adonis, el inevitable», Adonis. Un poeta en el mundo de hoy, París, IMA, 2000

«Desde mi punto de vista, Adonis no es un poeta entre los verdaderos poetas, que de todas las maneras son escasos; es uno de los más importantes. Y ello por dos razones al menos, o quizá tres. Es poeta y pensador teórico al mismo tiempo. Es un poeta innovador y audaz. Y es también y sobre todo un poeta inspirado que ha suscitado al mismo tiempo la inspiración».

Edouard al-Kharrat, «El poeta y el amigo», Adonis. Un poeta en el mundo de hoy, París, IMA, 2000

«Su aporte ha sido el más rico, el más profundo y el más diversificado en pensamiento, creatividad y restitución de la parte más universal de la herencia cultural. (…)

»Como otros, no dudo en afirmar que Adonis ha ejercido una influencia, del mismo modo que él ha sido influenciado por corrientes, tendencias, diversas y antagónicas en su más alto grado. Pero ha logrado fusionar todos esos elementos en un molde creado por él».

Sayf al-Rahabi, «Hombre de visión, poeta de lo vivido», Adonis. Un poeta en el mundo de hoy, París, IMA, 2000

«Que es un poeta de gran envergadura, un visionario y un creador de una profunda originalidad se me hizo evidente desde mi primera lectura de sus poemas. Pero para mí fue un verdadero encantamiento cuando tuve la ocasión de escucharlo recitar su poesía en su propia lengua. Cuando recita, el paisaje de su cara, de su mirada, cambia, las señales de un mundo desconocido se van haciendo cada vez más presentes, me di cuenta de ello en aquella primera ocasión y muchas otras veces después».

Lokenath Bhattacharya, «Un baile inesperado», Adonis. Un poeta en el mundo de hoy, París, IMA, 2000

«(…)Bianca Maria Fabotta evoca así su primer encuentro con Adonis: “(…) aunque su biografía hace de él un gran poeta cosmopolita, se percibe en ella con gran intensidad la presencia de otro mundo. Es un poeta que se sitúa más allá de la modernidad. Su poesía es muy aérea, sin angustias incluso cuando es fúnebre. Tal vez sea una profecía del futuro que seguirá a la modernidad. O tal vez contenga elementos del pasado, ese quid enigmático y abierto al porvenir al mismo tiempo(…)”».

Francesca María Corrao, «El viaje de Adonis a Italia», Adonis. Un poeta en el mundo de hoy, París, IMA, 2000

«Su arte recuerda la pintura de Picasso. Lo que Picasso expresa con la magia de los colores, Adonis los expresa con la fuerza de las palabras. Su poesía es semejante al cubismo. Es una verdadera síntesis entre el Este y el Oeste, entre las culturas oriental y occidental, una síntesis entre las leyendas del mundo oriental y las grandes formas artísticas del mundo occidental, sobre todo de la poesía francesa».

Pascal Gilevski, «Adonis en Macedonia», Adonis. Un poeta en el mundo de hoy, París, IMA, 2000

 

ADONIS DIJO:

[Los orígenes] «La tierra no se reduce para mí al territorio de la infancia. Doy a la tierra una dimensión casi metafísica: es a la vez el reino último del hombre y su primer espacio.

»Nacer, conocer y morir: la tierra acoge y suscita las grandes etapas de nuestra vida. (…)

[La identidad] »Al cambiar un nombre muy musulmán -Ali- por otro sin relación con el islam -Adonis-, asumía y reivindicaba una trayectoria hacia lo universal. Al firmar así, salía de una tradición petrificada y accedía a una libertad más amplia. (…).

[La herencia] »Reivindico toda la herencia mediterránea, pero además formo parte integrante de la cultura universal, de Oriente hasta Occidente. La única especificidad que me reconozco es mi lengua y mi subjetividad. Pero, por medio de ellas, trato de abrirme a lo universal.

[La renovación] »La forma poética es siempre un reflejo de la vida y de la cultura de una época. A la renovación de la poesía no le bastan las nuevas ideas, necesita que la forma que las expresa sea también nueva. (…) Ser moderno es aceptar el diálogo con el otro. (…)

[La soledad] »(…) Me sentiría ofendido si ciertas personas hablasen bien de mí. Me enorgullece que ningún gobierno árabe me haya invitado oficialmente. Mantenerse a distancia permite contemplar el movimiento de la sociedad árabe en su conjunto al margen de todo camuflaje ideológico. Pero yo me siento profundamente ligado a las aspiraciones populares.

[La historia] »En el fondo, no tengo ninguna confianza en la historia. No es más que un cúmulo de mentiras. Del pasado, retengo sobre todo el movimiento de creación artística, pero, en nuestra sociedad, hasta eso ha sido rechazado. La historia no es sino el catálogo de las diferentes opresiones. Yo me estoy con los hombres que sufren. Mi historia es un continuo replanteamiento de la historia».

Fragmentos de una entrevista con André Velter, Le Monde, 30/11/1984

«La poesía es el poema, la lengua y aquello que va más allá de la lengua. Es como un árbol que está enraizado en un lugar y sin embargo las ramas están abiertas por todo el espacio y por todos lados. La poesía es así; aunque yo como poeta árabe estoy enraizado en mi lengua, mi poesía está abierta a todos los seres humanos y a todos los continentes, y, en ese sentido, yo me siento universal a la vez que totalmente árabe. (…)

»No hay poesía verdaderamente importante sin pensamiento. (…) lo que marca la diferencia entre la filosofía y la poesía, el pensamiento y la ciencia, es la forma de expresión. En la poesía es necesario expresarse en imágenes y en relación con las imágenes. Es la metáfora la que transforma. La expresión poética. La poesía puede decirlo todo. (…) Encuentro que la poesía es mucho más amplia que todas las disciplinas del pensamiento.

Fragmentos de una entrevista con José Méndez, Residencia, noviembre-diciembre 1997

«”Estoy en un proyecto poético titulado Al Kitâb* que será el libro de poesía más importante desde la Divina Comedia”. No pude contener la risa: “Estupenda exageración, ¿no?”. Gesto de la mano, acompañado de un ligero movimiento de cabeza: el poeta asumía lo dicho. Notó que sus compañeros de mesa, Kamal, Saida y yo, lo mirábamos estupefactos. Prosiguió: “Sí, estoy redactando el primer volumen. Se trata de un manuscrito de al-Mutanabi que edito yo. Tendrá dos volúmenes más, después dejaré de escribir poesía”. Dijo estas palabras con sencillez y seguridad, como si el proyecto estuviera íntegramente grabado en su pensamiento; después guardó silencio, dando a entender que todo estaba dicho».

José Miguel Porta Vílchez, en Adonis. Un poeta en el mundo de hoy , París, IMA, 2000