En el 50 aniversario del golpe de estado ejecutado por Pinochet y la CIA

A Salvador Allende, Pablo Neruda y Víctor Jara, Lautaro, Pelantaru, Lientur y Caupolicán, Anacaona, Túpac Amaru y Micaela Bastidas, Domitila Barrios, Simón Bolivar, Emiliano Zapata y José Martí, Frida Kahlo, Lázaro Cárdenas y Vicente Lombardo Toledano, Patricio Lumumba, Rosa Parks, Gandhi y Mandela, Berta Cáceres y Rigoberta Menchu.

A quienes son faro en la tormenta e iluminan el claro de luna donde berrea el ciervo y canta el urogallo, y recorren la estrecha senda que sube por los montes del oso y el lobo hasta las cumbres donde vuela libre el cóndor. La poesía nos une e identifica, nos eleva y dignifica al defender el verde de la selva y el azul del mar, el SER y la cultura de los pueblos originarios. La poesía corta las alambradas y derriba los muros del hambre y la ignorancia, defendiendo la soberanía alimentaria todos los pueblos de la Tierra.

Hoy, desde Alcossebre-Alcalà

a las orillas del Mediterráneo,

vuelan sobre el Atlántico,

la Amazonia y los Andes,

unos versos apresurados:

De amor y vida, de paz y libertad,

de resistencia activa, buscando en Temuco

y Ercilla, los dignos hijos de la Araucanía.

Vuela la voz del poeta, y maldice al que vende

el mar austral, el cobre chileno y Pascua Lama.

Su alma y la de Chile por treinta monedas.

¡¡¡Y maldigo!!! A quienes escupen veneno

Y profanan la tumba de sus padres,

incapaces de respetar la memoria,

la historia y los huesos de sus muertos.

Hoy, desde Alcossebre-Alcalà,

a las orillas del Mediterráneo,

vuelan por encima del Atlántico,

de la Amazonia y los Andes,

unos versos apresurados:

Para daros con un fuerte abrazo,

mis manos y mi infinito respeto

por vuestra justa y noble causa,
por vuestra irreductible y digna

lucha por las tierras mapuches.

Hoy, en la Región de los Lagos,

por encima de las Torres del Paine

y el Osorno se eleva la voz telúrica

de Lautaro, Pelantaru, Caupolicán

y Lientur en la digna y fértil Araucanía.

“Dexe mis tierras porque tus españoles

me forzaban mis mujeres,

y me robaban mis comidas.

Y por no ver semexantes sinrazones

me retiré a las montañas,

a morir siendo de guerra, por no morir en mala paz”.

Hoy, en la Región de los Lagos,

por encima de las Torres del Paine

y el Osorno se eleva la voz del alma

en el amor y el valor del Copihue

y el corazón de Rayén y Maitú,

Hoy, desde Alcossebre-Alcalà,

a las orillas del Mediterráneo,

vuelan sobre el Atlántico,

la Amazonía y los Andes

unos versos apresurados:

Vuelan el albatros, el silbo del viento

de los Andes y la voz de los delfines

en el mar austral, vuela el eco lejano

de las gestas y las baladas de la vida

y el amor de los pueblos originarios.