La jueza basó su decisión en la falta de garantías aportadas por las autoridades estadounidenses para evitar su suicidio en prisión./
La Justicia británica ha denegado la extradición de Julian Assange a Estados Unidos. El periodista y activista australiano estaba acusado de espionaje y de haber hackeado el sistema informático del Gobierno estadounidense.
La jueza que ha tomado la decisión, Vanessa Baraitser, ha tenido en cuenta la salud mental del acusado, que vivió refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 hasta 2019, cuando el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, le retiró la protección. La Policía británica procedió entonces a su detención. El dictamen, en cualquier caso, es provisional ya que el plazo para una eventual apelación es de 14 días. Por tanto, el éxito de la defensa (coordinada por el exjuez español Baltasar Garzón) podría ser breve. El próximo miércoles habrá una nueva vista en la que se decidirá su puesta en libertad.
Según Baraitser, el traslado de Assange a una prisión de alta seguridad de EEUU no asegura su integridad personal y existe la posibilidad de que el acusado, sometido a un duro confinamiento de casi diez años, se suicide. Los médicos que lo han examinado han dictaminado que sufre una depresión muy grave.
El fundador de WikiLeaks se enfrenta a una condena de 175 años de prisión por difundir secretos del Ejército estadounidense en relación con sus intervenciones armadas en Iraq y Afganistán. Sus revelaciones incluían crímenes de guerra y atentados contra los derechos humanos y fueron publicadas por medios de todo el mundo, como The Guardian, The New York Times o Der Spiegel. Entre ellos destaca la filtración de un vídeo de 2007 en el que unos helicópteros norteamericanos disparaban contra un grupo de civiles en Bagdad y mataban a una docena de personas (entre ellas a dos periodistas de Reuters).
Revelación de secretos
Estados Unidos afirma que estas revelaciones pusieron en peligro la vida de sus informantes y de sus agentes de campo y que violan su Ley contra el Espionaje, de 1917. Esta misma ley fue utilizada anteriormente para presentar cargos contra Daniel Ellsberg (filtrador de los llamados Papeles del Pentágono en 1971, sobre la guerra de Vietnam), Chelsea Manning (que hizo público el citado vídeo de Bagdad) o Edward Snowden (que dio a conocer el espionaje masivo realizado desde la NSA).
La noticia de la no extradición de Assange fue celebrada por los manifestantes que se congregaron a las puertas del tribunal con pancartas en las que se podían leer mensajes como “el periodismo no es un crimen” o “liberen la verdad, excarcelen a Assange”.