Encarni Arcoya
Las historias de miedo han de dar miedo. No se trata de meter terror o escenas de horror para causar esa sensación en el lector, sino algo más sutil para lograr esa atmósfera asfixiante que te haga temer por lo que está por llegar. Sin embargo, conseguirlo no es fácil, y no todos los escritores que se ponen a ello lo consiguen.
Por eso, aquí queremos darte algunas claves para conseguir ese objetivo y que seas capaz de escribir historias de miedo. ¿Quieres saber cómo? Echa un vistazo a los consejos que podemos darte para llevarlo a cabo. ¿Empezamos?
Diferencias entre el miedo, el terror y el horror
Antes de pasar a darte las claves para escribir historias de miedo, es importante que sepas cuál es la diferencia entre las palabras miedo, terror y horror.
Según el Diccionario de la lengua española, el terror es algo así como un miedo muy intenso. Por su parte, el horror no es tanto un miedo, sino más un sentimiento intenso. Dicho de otro modo, el terror puede ser por miedo, pero también ese sentimiento puede venir por otro lado.
¿Y el miedo? Tal y como lo define la Real Academia Española, es:
«Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario». Por tanto, podríamos decir que es una sensación de angustia pero leve, ya que cuando se vuelve intensa se entra en el terror puro.
Consejos para escribir historias de miedo
Si te ha picado el gusanillo y quieres hacer un relato, una novela o un guión basado en el miedo, entonces aquí te vamos a dejar algunos consejos que podrían venirte bien para entender cómo debes escribirlo y así hacerte un profesional del género.
Conoce el género
Cuando quieres escribir un tipo de género antes debes documentarte. Y eso significa leer a autores ya consagrados que bordan las historias de miedo. Así, podemos recomendarte a Gustavo Adolfo Bécquer con su «El monte de las ánimas», a Edgar Allan Poe con su «El gato negro», o incluso una de las más conocidas de Bram Stoker, «Drácula».
No vas a conseguir ser el mejor de la mañana, pero si escribes y al mismo tiempo lees sobre este género te irás dando cuenta de cuáles son las claves y el fino hilo que hace que no pases del miedo al terror.
Otro de los autores que sabe escribir muy bien el miedo es Stephen King.
Tipos de miedo
Miedo psicológico, gótico, gore, mórbido… La verdad es que hay muchos tipos de miedo, como de terror. Pero en ocasiones no prestamos atención a estos y vemos el miedo como algo genérico, y es el terror el que subdividimos en distintos tipos. El miedo puede ser de muchas formas. Puede ser un miedo real o uno irreal (una fantasía o una invención del protagonista). Puede ser un miedo patológico, una fobia. Pero también puede haber miedo social, físico, a algún elemento del día a día, a animales….
Lo importante a la hora de escribir historias de miedo es saber cuál es el miedo principal de la historia, porque de esa forma podrás centrarte en una narración que vaya directa a este, y no dando vueltas u ofreciendo distintos tipos de miedo (que solo harán que la historia no sea creíble).
Ha de ser real
Hablando de credibilidad. Si de verdad quieres que un lector empatice con el protagonista o la protagonista y con la historia, que se meta de lleno, tienes que asegurarte de que esta tiene rasgos reales. Independiente de que estés ante una historia fantástica o paranormal, es necesario que la persona lo sienta como algo que de verdad puede ocurrir. Que le haga pensar y dudar de si es real o no lo que se cuenta.
Vamos a ponerte un ejemplo. ¿Te acuerdas de El Resplandor? El personaje protagonista, el padre, tiene una construcción muy sólida que da contexto a su personalidad. Y como consecuencia de ello, su comportamiento hace que el resto de la familia viva el miedo en sus carnes. ¿Qué puede ser real? Sí, puede serlo.
Otro ejemplo, una casa encantada. Que una familia no sepa nada de ello cuando Internet es inmenso y todo el mundo sabe buscar sería raro, ¿verdad? Por mucho chollo o ganga que se piense que es esa compra. Por tanto, ya no llama tanto la atención e incluso se llega a hacer inverosímil. Ahora bien, si aun sabiendo que está encantada ellos entran queriendo sacar provecho de esa casa, y luego obtienen consecuencias, la cosa cambia, ¿no te parece?
Ambientación y tensión
Si quieres crear una buena historia de miedo, salvo que tengas una limitación en el número de palabras o de páginas, te recomendamos que empieces suave y vayas creando una ambientación y una tensión cada vez mayor para angustiar al lector o lectora. Dicho de otra manera, tienes que dar un contexto de la historia y después ir profundizando al tiempo que llevas al lector a ir descubriendo lo que se esconde y sobrecogerlo con lo que va ocurriendo, hasta un desenlace que provoque el miedo en el que estás centrado.
Final
Por último, tienes el final de la historia de miedo. Y aquí debes tener en cuenta que el género no es de los que tenga que ofrecer un final feliz. En realidad, es más uno en el que se siembre la duda de si el problema se ha solucionado, si hay visos de que vuelva a aparecer o si tiene un final malo.
Eso sí, debes tener en cuenta que has de sorprender al lector en toda la novela, pero sobre todo al final. Porque no es bueno que el lector se anticipe a lo que va a pasar (porque así no tendrá gracia la historia).
Como ves, escribir historias de miedo no es tan fácil como las de terror, pero ahí están y dominar el sutil arte de dar miedo sin llegar a ser terror u horror puede convertirte en un gran escritor. ¿Nos darías algún consejo más que creas es importante? Te leemos en comentarios.