Mariola Díaz-Cano Arévalo
Carlota Suárez es de Gijón y escribe novela negra. También colabora habitualmente en la radio con una sección semanal sobre actualidad literaria. Ha participado en antologías con otros autores y ha publicado cuentos y dos novelas, Tinta, una muerte inexplicable y La tumba del rey. Su nuevo título es Muerte en el meridiano y en esta entrevista nos habla de él y de otros temas. Le agradezco mucho su tiempo y amabilidad.
Carlota Suárez — Entrevista
- ACTUALIDAD LITERATURA: Tu última novela se titula Muerte en el meridiano. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde te vino la inspiración?
CARLOTA SUÁREZ: Muerte en el meridiano es una invitación a jugar al Cluedo, una incursión entre las bambalinas de la industria literaria y una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de pertenecer al grupo, la culpa o la obligación de elegir.
La novela está narrada en primera persona por Andrea Sabugo, que es, además, la protagonista de la historia. Andrea es una escritora cínica, descreída y sin filtros que, con la ayuda de la exitosa y veterana Minerva Novoa, intentará encontrar al responsable de la muerte de una conocida influencer en el festival literario Meridiano Cero.
- AL: ¿Puedes recordar alguna de tus primeras lecturas? ¿Y lo primero que escribiste?
CS: Soy una ávida lectora desde que tengo uso de razón y recuerdo con mucho cariño las historias de Los Hollister o Los Cinco, Emilio Salgari o María Gripe. Pero no puedo dejar de mencionar el verano en que leí Diez negritos, de Agatha Christie, porque recuerdo su lectura como un puente que me llevó de la lectora niña a la adulta. Había terminado mis libros de Los Hollister y tomé Diez negritos de la biblioteca de casa. Leer un libro que no era mío sino de mis padres me hizo sentir mayor. Fue magia.
Es probable que mis primeras palabras se pudieran leer en uno de aquellos cuadernillos Rubio que usábamos para aprender caligrafía. Lo primero que recuerdo haber escrito recurriendo a la imaginación fue una carta a los Reyes Magos en la que parecía más un relato de Mark Twain. Creo que intenté darles mucha pena para que me trajeran algo. Un capricho pasajero, con toda probabilidad, porque a día de hoy no recuerdo qué era.
Autores, costumbres y géneros
- AL: ¿Un autor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
CS: Julio Cortázar, Delphine de Vigan, Amélie Nothomb, Henning Mankell, Fred Vargas…
- AL: ¿Qué personaje te hubiera gustado conocer y crear?
CS: Conozco bien a la Maga, porque he leído Rayuela un montón de veces y porque lo sigo leyendo «de a poco», como diría Oliveira, escogiendo párrafos al azar. Cuando uno de ellos cae del lado de allá y me encuentro a Lucía, ambas nos sentamos en un café del Boulevard Saint-Germain y criticamos a Horacio y al Club de la Serpiente. Me gusta conversar con ella, que es quien es porque la construyó Cortázar, así que no me hubiera gustado crearla, porque dejaría de ser ella. No le cambiaría ni una coma.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
CS: Comer chocolate y beber café. A litros y a kilos. Me temo que tengo un problema con eso.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
CS: Muy temprano, cuando el mundo duerme a mi alrededor, sentada a la mesa de mi estudio.
- AL: ¿Qué otros géneros te gustan?
CS: Disfruto arrancando etiquetas y entiendo que hay tres géneros: narrativa, poesía y teatro. Lo leo todo, pero confieso que me quedo con la narrativa.
Panorama actual
- AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
CS: Acabo de terminar La seducción, de Sara Torres, estoy enganchadísima a El escupitajo, de Marzia Sabella, y tengo Long Island, de Colm Tóibín como prioritario en la montonera. Es la continuación de Brooklyn, una novela que me gustó mucho.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial?
CS: Es una pregunta demasiado amplia. Daré una respuesta breve y clara: se publican tantos libros que dejan de ser novedad en el tiempo que la distribuidora tarda en colocarlos, los libreros se encuentran devolviendo cajas que no les ha dado tiempo a abrir y, al contrario de lo que pueda parecer, el exceso de oferta aleja a los lectores de su lectura ideal. Por otro lado, las editoriales independientes están haciendo una labor impagable por preservar la calidad literaria en un momento en que los influencers suponen el grueso de los ingresos de muchos grandes sellos.
- AL: ¿Qué tal estás llevando el momento actual que vivimos?
CS: Si te refieres al panorama literario, me remito a la respuesta anterior. Si la pregunta va enfocada a la incorporación de la Inteligencia Artificial y la robotización en el día a día, lo llevo con expectación. Deseo y espero que seamos capaces, como sociedad, de interpretar los datos de las máquinas como lo que somos, seres humanos con imaginación, sentimientos e intuición, todo ello irremplazable.