Juan Ortiz

Datos curiosos de José Zorrilla

Datos curiosos de José Zorrilla

José Zorrilla fue un eminente poeta, dramaturgo y escritor español, conocido alrededor del mundo por ser el autor del drama religioso fantástico Don Juan Tenorio, una de las dos principales referencias literarias en lengua española —junto a El burlador de Sevilla y convidado de piedra, atribuida a Tirso de Molina— del arquetipo de Don Juan. Además de esta, Zorrilla escribió otras obras destacadas.

Entre ellas es posible hallar títulos como Traidor, inconfeso y mártir y A buen juez y mejor testigo: tradición de Toledo. Zorrilla fue uno de esos escritores que se hizo a sí mismo a partir de sus lecturas y su eterno amor por las bellas letras, rompiendo los esquemas sociales de la época y viviendo apasionada y tumultuosamente. Estos son algunos datos curiosos sobre su vida.

Breve biografía

Primeros años

Bautizado bajo el nombre de José Zorrilla Moral de la Torre Flavio, nació el 21 de febrero de 1817, en Valladolid, España. Su padre era José Zorrilla Caballero, un hombre tradicional, chapado a la antigua. Su madre Nicomedes Moral, por otro lado, le hacía honor a su apellido, y era una dama muy piadosa. La familia viajó durante varios años, residenciándose en lugares como Burgos y Sevilla.

Finalmente, se establecieron en Madrid cuando el pequeño José tenía nueve años. En esta época, el futuro autor ingresó al Seminario de Nobles, regentado por los jesuitas, donde aprendió italiano y se interesó por las representaciones teatrales. En sus memorias, confesó haber descuidado la Filosofía y las ciencias exactas en favor de la esgrima, el dibujo, y, por supuesto, la Literatura.

Descubrimiento de las bellas letras

También en sus memorias, el autor afirmó que, en lugar de estudiar lo que debía, invertía ese tiempo «leyendo a escondidas a Walter Scott, a Fenimore Cooper y a Chateaubriand y cometiendo, en fin, a los doce años, mi primer delito de escribir versos». Esta cita habla de la rebeldía intrínseca de Zorrilla, quien se decantó por las letras en una época en que era mal visto que los señoritos de las familias honorables se dedicaran a la poesía.

A pesar de la falta de atención del jovencito hacia sus deberes, los jesuitas aplaudieron no solo su interés por la poética, sino su facilidad para este arte, fomentando su inclinación. Así, Zorrilla se hizo célebre en el teatro del Príncipe, presidido por los alcaldes. Al mismo tiempo, destacó en los exámenes y actos públicos del Seminario.

10 datos curiosos de José Zorrilla

1.     Abandonó la carrera de leyes

El padre de Zorrilla no solo era un absolutista, sino, además, un hombre testarudo. Este carácter lo llevó a imponer a su hijo una carrera en la Real Universidad de Toledo bajo la vigilancia de un pariente canónigo. José se hospedó en su casa, pero su desprecio por el área legal era evidente, por lo que el canónigo lo devolvió a Valladolid para que siguiera sus estudios allí.

Aunque intentó proseguir en la Universidad Futuro Obispo de Córdoba, su pasión por el dibujo, las letras y las mujeres arruinaron por completo su posibilidad de convertirse en pleitista —algo que hubiera terminado siendo a causa de su falta de interés por el derecho legal—. Cuando el padre descubrió que no sacaría ningún provecho de su hijo, lo envió a Lerma a cavar viñas.

2.     Robó una yegua para regresar a Madrid

En 1836, desesperado por su destino cuando iban de camino a Lerma, José Zorrilla le robó una yegua a su primo, en la cual huyó a Madrid para iniciarse en el quehacer literario. Junto a su connatural Miguel de los Santos Álvarez, visitó los lugares más bohemios de la capital. Esa época fue muy dura para el autor, ya que sufrió hambre y desamparo económico, algo a lo que no estaba acostumbrado.

3.     Su primer gran poema lo recitó para un muerto

Para ganarse la vida en Madrid, Zorrilla se hizo pasar por un artista italiano, llegando a dibujar para el Museo de las Familias. Además, publicó algunos poemas en El Artista y proclamó discursos revolucionarios en el Café Nuevo, hecho por el cual fue perseguido por la policía. Por aquel entonces hizo muchos amigos, entre ellos, el también escritor Mariano José de Larra, quien se suicidó en 1937.

Siguiendo su temperamento habitual, y conmovido por la muerte de Larra, Zorrilla compuso y declamó en su memoria un poema que no solo lo llevaría a la consagración poética y literaria, sino que le ganaría la profunda amistad de íconos como José de Espronceda, Antonio García Gutiérrez y Juan Eugenio Hartzenbusch.

Fragmento del poema que Zorrilla escribió para Mariano José de Larra

Ese vago clamor que rasga el viento

Es la voz funeral de una campana:

Vano remedo del postrer lamento

De un cadáver sombrío y macilento

Que en sucio polvo dormirá mañana.

Acabó su misión sobre la tierra,

Y dejó su existencia carcomida,

Como una virgen al placer perdida

Cuelga el profano velo en el altar.

Miró en el tiempo el porvenir vacío,

Vacío ya de ensueños y de gloria,

¡Y se entregó a ese sueño sin memoria,

Que nos lleva a otro mundo a despertar! (…).

4.     Zorrilla era sonámbulo

Durante su época universitaria, el autor descubrió que sufría de sonambulismo. En algunas ocasiones, se iba a la cama dejando un poema incompleto y, al levantarse, lo encontraba terminado. En otras, se acostaba con barba y se despertaba completamente afeitado. Desde entonces, les pidió a sus amigos que lo dejaran dormir bajo llave.

5.     Escribió Don Juan Tenorio en 21 días

La obra más famosa del autor fue escrita en una noche de insomnio, aceleradamente. José Zorrilla se había casado con una viuda irlandesa dieciséis años mayor que él llamada Florentina Matilde O’Reilly. Sin embargo, este matrimonio fue infeliz, lo que condujo al escritor a largas madrugadas sin dormir. En 1845, un año después de que Don Juan le diera frutos, abandonó a su esposa.

6.     Era un viajero nato

Tras dejar a doña Florentina, Zorrilla emigró, primero a Francia y luego a México, aunque tuvo que regresar a Madrid para asistir al funeral de su madre. De vuelta en París, mantuvo amistad con nada más y nada menos que Alejandro Dumas, Alfred de Musset, Víctor Hugo, Théophile Gautier y George Sand.

7.     Tuvo grandes problemas económicos

A pesar de su fama, Zorrilla tuvo serios problemas económicos toda su vida. Vendió los derechos de Don Juan Tenorio por una suma ridícula y, aunque intentó recuperarlos, no recibió más regalías por una de las obras más representadas de la literatura española.

8.     Lo inspiraban las leyendas populares

El autor rescató y adaptó muchas leyendas españolas. Por ejemplo, en A buen juez, mejor testigo, narra una historia milagrosa protagonizada por una figura divina. Esto se complementa con su carácter supersticioso, pues Zorrilla creía en los presagios, algo que influyó mucho en su literatura.

9.     Competía con Tirso de Molina por la autoría de Don Juan

Aunque el arquetipo de Don Juan Tenorio fue también atribuido a Andrés de Claramonte, es mucho más conocida la disputa entre Tirso de Molina y José Zorrilla. Por un lado, de Molina escribió en el Siglo de Oro en su obra El burlador de Sevilla y convidado de piedra, donde aparece una referencia de este personaje. No obstante, la versión de Zorrilla es mucho más romántica y redentora.

10.  Su escritura exhibe una fuerte relación con la música

La musicalidad de los versos de Zorrilla ha hecho que su obra sea particularmente adecuada para lecturas dramatizadas y puestas en escena con declamación poética.


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