Juan Ortiz

Cómo escribir una historia

Cómo escribir una historia

Escribir una historia puede ser un proceso desafiante, sobre todo si tomamos en cuenta que la mayoría de nosotros nos hemos educado a través de ellas y que representan una parte fundamental de la cultura que nos precede. Esta razón suele llevarnos a sentir tanto respeto por el arte de hilar tramas, que somos capaces de quedar pasmados ante la sola idea de posar el lápiz sobre el papel.

¿Sabes cuál es la mejor cura para este mal?: aprender sobre técnicas de escritura. Es posible que, en principio, esto parezca abrumador, pero poco a poco, con la práctica, una trama ingenua puede llegar a ser una obra hecha y derecha. Ya sea que busques plasmar una idea para un cuento, una novela o incluso un guion, este artículo te guiará a través de los pasos esenciales para estructurar y desarrollar tu historia.

Pasos para escribir una historia

Paso 1: encuentra tu concepto generador

Toda historia, por pequeña que sea, comienza con una idea. La narración puede surgir de un pensamiento fugaz, un sueño, una experiencia personal o una pregunta hipotética. Cuando tengas a mano este recurso, dedícate a explorar más a profundidad todos sus matices, con el fin de desarrollar un concepto claro. Otros elementos en los que es recomendable indagar son:

  • Temas que te apasionen: por ejemplo, la lucha por la identidad, el amor prohibido o el miedo a lo desconocido;
  • Género: decide si escribirás ciencia ficción, terror, fantasía, drama, entre otros. De este va a depender el tono de la obra;
  • Personajes o escenarios interesantes: ¿qué ocurriría si un abogado debe viajar a un país lejano para ayudar a un viejo y misterioso aristócrata a comprar una casa en su terruño?;
  • No pienses en editar: escribe todas tus ideas sin juzgarlas. Más adelante podrás redefinirlas.

Paso 2: conoce a tus personajes

Los personajes de una historia son el corazón de esta. Los lectores se conectan con la trama a través de ellos y sus deseos, luchas y decisiones. Para crear más verosimilitud y profundidad en cada una de las voces narrativas o actores considera lo siguiente:

  • Perfil psicológico: ¿quiénes son tus personajes al principio de la trama?;
  • Objetivos: ¿qué quieren lograr?;
  • Conflictos: ¿qué les impide alcanzar sus metas?;
  • Historia de fondo: ¿qué experiencias han moldeado su forma de ser?;
  • Rasgos únicos: asegúrate de que cada personaje sea distinguible, tanto en su apariencia como en su forma de hablar y actuar;
  • Fichas de personajes: para resolver los dos puntos anteriores crea fichas donde marques detalles importantes acerca de tus protagonistas.

Nota:

Aquí puedes valerte de herramientas como Pinterest y Milanote, donde es posible buscar referencias de diversas apariencias de personas y diseñar esquemas, mapas mentales y mapas conceptuales de sus personalidades, respectivamente. También puedes servirte de nuestro artículo «Cómo hacer la descripción de un personaje».

Paso 3: diseña el mundo de tu historia

¡Ah, los escenarios!: sí, la ambientación de tu historia debe ser casi tan importante como la construcción de los personajes que la habitan. Para llegar a crear un mundo cautivador, piensa en estos componentes que te proponemos:

  • Entorno físico: ¿se desarrolla en un pequeño pueblo, una metrópolis futurista o un bosque tenebroso?;
  • Reglas del mundo: si es fantasía, horror o ciencia ficción, establece cómo funcionan la magia, las criaturas o la tecnología;
  • Clima y atmósfera: la forma en que se presenta un escenario es capaz de influenciar las acciones o sentimientos de los personajes. Por ejemplo, un entorno particularmente lluvioso podría generar melancolía o tensión.

Nota:

Si tienes la necesidad de diseñar un mundo ficticio puedes acceder a plataformas como World Anvil, Worldspinner, Azgaar’s Fantasy Map Generator, Watobou, Donjon, Inkarnate o Wonderdraft. Todos estos permiten crear mapas o escenarios para narrativa.

Paso 4: estructura tu historia

Aunque parezca pesado al principio, armar una estructura ayuda a que tu historia mantenga un ritmo que atrape al lector. En esta sección te presentamos las partes de una estructura clásica:

  • Introducción: presenta a los personajes principales, el escenario y el conflicto inicial;
  • Nudo o desarrollo: expande el conflicto, introduce obstáculos y desarrolla la relación entre los personajes y el entorno;
  • Clímax: se trata del momento de mayor tensión, donde el conflicto alcanza su punto culminante;
  • Desenlace: es aquí donde se resuelve el conflicto y se muestran las consecuencias de las decisiones de los personajes.

Nota:

Para desarrollar este apartado con más facilidad, es muy útil crear un esquema o guion preliminar que permita visualizar cómo se conectarán las escenas. Por obvias razones, mientras más larga sea la historia, mayor complejidad tendrá el esquema. A los autores que trabajan con esto se les conoce como «escritores de mapa», pues están más orientados a organizar toda la información en recursos visuales.

Paso 5: escribe el primer borrador

Con tus ideas claras y un esquema en mano, comienza a escribir. En esta etapa no debes preocuparte por la perfección. Mejor enfócate en:

  • Escribir sin detenerte: deja fluir las ideas sin pensar en los errores;
  • Evitar autocensurarte: permítete cometer deslices técnicos;
  • Establecer una rutina: dedica un tiempo regular para escribir tu historia (esto no tiene que ser todos los días o por largos períodos. Todo depende del ritmo y estilo de vida de cada autor);
  • Goza de la imperfección de tu manuscrito: un primer borrador suele tener muchos defectos, pero es una base sobre la que trabajarás más adelante.

Paso 6: revisa y edita

La edición es donde transformas tu borrador en una historia pulida. Para muchos, es la mejor parte, para otros, se puede convertir en una pesadilla. Estas consideraciones te ayudarán a atravesar esta etapa con más calma:

  • Revisa la ortografía: esta tiende a ser la tarea más sencilla, pero no por ello es menos importante. La buena ortografía suma maestría al texto;
  • Examina la coherencia: asegúrate de que los eventos tengan sentido y los personajes actúen de manera consistente con respecto a su situación, personalidad y entorno;
  • Elimina lo innecesario: quita escenas o descripciones que no aporten nueva información a la historia;
  • Afina el lenguaje: mejora el diálogo, las descripciones y la narrativa en general. Aquí puedes practicar tu estilo y voz personal;
  • Pide retroalimentación: comparte tu historia con lectores beta para obtener opiniones. En este período, la intervención de un corrector de estilo y editor profesionales es de mucha ayuda.

Paso 7: perfecciona el comienzo y el final

El inicio y el final de tu historia son cruciales. El primero debe enganchar al lector, mientras que el segundo debe dejar una impresión duradera. A veces, cuando comenzamos una trama, no estamos seguros de cómo terminará, y puede llegar a haber incongruencias en dichas secciones. Estos son algunos pasos que te ayudarán a fomentar la coherencia:

  • Inicio: introduce un conflicto interesante o una situación intrigante. Establece el tono y el estilo.
  • Final: resuelve el conflicto principal. Ofrece una reflexión o deja abierta la posibilidad para futuras historias, si corresponde.

Paso 8: publica tu historia

Cuando estés satisfecho con tu obra, decide cómo compartirla:

  • Plataformas en línea: sitios como Wattpad o Medium permiten publicar historias de manera gratuita y llegar a una amplia audiencia;
  • Concursos literarios: participar en competiciones puede darte reconocimiento y feedback;
  • Autopublicación: publica tu libro en formato físico o digital a través de plataformas como Amazon Kindle Direct Publishing;
  • Editoriales: envía tu manuscrito a editoriales tradicionales si prefieres un enfoque clásico.

Nota:

En nuestros artículos «Cómo publicar un libro» y «Cómo maquetar un libro» puedes hallar información de valor que profundiza más en estos aspectos de la escritura.

Consejos finales

  • Lee, lee y lee: estudia cómo otros autores construyen sus historias. Esto te aportará recursos y agilidad;
  • Escribe de manera regular: la práctica no solo mejora tus habilidades, sino que te ayuda a encontrar tu propio estilo;
  • No temas al rechazo: esto forma parte del proceso de aprendizaje;
  • Experimenta: Juega con diferentes estilos, puntos de vista y estructuras narrativas;
  • ¡No te rindas!: recuerda que el estudio y la repetición afinan las técnicas en todos los oficios. Pocos nacen siendo genios.

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