Mariola Díaz-Cano Arévalo
Ernesto Mallo, argentino de La Plata (1948), lleva afincado en España mucho tiempo y su carrera es larga y prestigiosa, no solo en la literatura. Escritor, periodista, traductor, profesor universitario, comunicador, consejero editorial, librero, fundador de BAN! (festival de novela policíaca de Buenos Aires)… Su dilatada experiencia sí que se redondea con una trayectoria literaria que abarca la novela, el teatro y cuentos incluidos en varios títulos. Sus novelas más conocidas son las que conforman la serie protagonizada por el comisario Lascano, o el Perro Lascano, como se lo conoce.
Ganó, entre otros, el Premio Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón (2007). Y, además de las novelas de Lascano, ha publicado El relicario, Me verás caer y más de diez obras de teatro entre las que están La vacuna o Siete cuadros. Lo han traducido a doce idiomas. En esta entrevista que nos concede nos habla del último título de la serie, Perro viejo, pero también de otros temas más. Le agradezco muchísimo su tiempo y amabilidad dedicados.
Perro viejo
La sexta entrega del comisario Lascano se publicó en enero y nos lo encontramos ingresado en El Hogar, una residencia geriátrica de lujo, donde se encuentra en sus horas más bajas. Además, allí mismo acaba de cometerse un crimen del que resulta ser el principal sospechoso. Ni siquiera él mismo está seguro de no haberlo perpetrado porque cada vez sus fallos de memoria son más frecuentes. Aun así, siente la llamada del deber y acepta colaborar con la policía en una investigación que podría llevarlo a la cárcel. Sin embargo, la búsqueda del culpable irá revelando que son muchos los que tienen motivos más que sobrados para haber eliminado a la víctima.
Ernesto Mallo — Entrevista
- ACTUALIDAD LITERATURA: Ha vuelto el comisario Lascano en Perro viejo. ¿Qué nos cuentas en esta última novela y por qué va a interesar?
ERNESTO MALLO: Es una reivindicación vitalista de la vejez, una etapa de la existencia crepuscular que la literatura pocas veces tiene en cuenta. Los sueños, el deseo y la aversión a ser catalogado como paciente, víctima o incapacitado alientan a un Lascano muy vivo. Vive en una residencia de lujo e irrumpe en la escena de un crimen, el degollamiento de otro residente, sin terminar de saber si el asesino es él mismo. Algunos apagones de memoria le lastran con la misma ambigüedad con la que algunos seres queridos inquietan sus sueños como apariciones. No puedo contar más de qué se trata sin arruinar la intriga.
Creo que va a interesar porque es una etapa a la cual podrán llegar los afortunados y que está más cerca de lo que se pueda pensar. Además, es un desafío al lector a ver si es capaz de descubrir al asesino antes de llegar al final.
- AL: ¿Puedes recordar alguna de tus primeras lecturas? ¿Y lo primero que escribiste?
EM: Los libros de Emilio Salgari y los cuentos que mi abuelo Vincenzo me contaba a la hora de la siesta.
- AL: ¿Un autor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
EM: Shakespeare, Borges, Beckett.
- AL: ¿Qué personaje te hubiera gustado conocer y crear?
EM: Al Perro Lascano y a Macbeth.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
EM: Soledad y el mayor silencio posible.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
EM: Prefiero la mañana, siempre.
- AL: ¿Qué otros géneros te gustan?
EM: Todos, si están bien escritos.
Panorama actual
- AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
EM: La vida secreta de la mente, de Mariano Sigman (no es ficción). Estoy escribiendo una novela ambientada en el mundo del teatro.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial?
EM: En crisis, como siempre. Pero la literatura prevalecerá, es inevitable.
- AL: ¿Qué tal llevas el momento actual que vivimos?
EM: Con mucho asco. El ser humano ha demostrado ser la especie más dañina que habita el planeta. Somos monos con ametralladoras.
