Mariola Díaz-Cano Arévalo

Jorge Ordaz nos concede esta entrevista.

Fotografía: cortesía del autor.

Jorge Ordaz nació en Barcelona y vive en Oviedo. Es autor de varios libros de narrativa, entre ellos Gabinete de ciencias asturales, Prima donna (finalista del Premio Herralde), Las confesiones de un bibliófago, la «trilogía filipina» formada por La Perla del Oriente (finalista del premio Nadal), Perdido edén y El fuego y las cenizas (Premio de la Crítica de Asturias) o El cazador de dinosaurios. En no ficción destaca La mariposa en el mapa. También ha participado en diversos libros colectivos, periódicos y revistas culturales y traducido a poetas ingleses y norteamericanos. En esta entrevista nos habla de su última novela, La sacavera. Le agradezco mucho su tiempo y amabilidad.

Jorge Ordaz — Entrevista

  • ACTUALIDAD LITERATURA: Tu última novela se titula La sacavera. ¿Qué nos cuentas en ella y por qué va a interesar? 

JORGE ORDAZ: La novela tiene lugar en Oviedo en junio de 1750. La acción comienza con el hallazgo del cadáver de un desconocido, lo que pone en marcha una serie de sucesos e incidentes que hacen aflorar el lado oscuro de algunos de sus habitantes. Se trata de un fresco ciudadano, una novela coral, que espero que atrape al lector. El título responde al nombre que se da en Asturias a la salamandra. Sus colores, negro y amarillo, vienen a representar la mezcla de luces y sombras en un momento histórico poco transitado narrativamente hablando, y en el que conviven personajes inventados con otros reales.

  • AL: ¿Puedes recordar alguna de tus primeras lecturas? ¿Y lo primero que escribiste?

JO: Mis lecturas infantiles fueron las de la mayoría de chicos de mi época, tebeos, novelas de aventuras de Julio Verne, Karl May, Emilio Salgari… Más tarde vinieron La isla del tesoro, de Stevenson, Oliver Twist, de Dickens, y Kim, de Kipling, que supusieron para mí un salto cualitativo importante. Mis primeros textos fueron relatos escritos de bajo la influencia de Borges, Perucho y Cunqueiro, entre otros.   

  • AL: ¿Un autor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.  

JO: Son muchos y muy variados: de Cervantes a Joyce, de Muriel Spark a Baroja, de Josep Pla a Flannery O’Connor… Pero si tengo que escoger solo uno, sin duda elegiría a Joseph Conrad.

Personajes y costumbres

  • AL: ¿Qué personaje te hubiera gustado conocer y crear? 

JO: De los personajes vivos me hubiese encantado conocer al escritor estadounidense Frederic Prokosch, al que dediqué uno de mis libros (La mariposa en el mapa).  Entre los de ficción, me hubiese gustado conocer al capitán Marlow, para que me contase sus experiencias, en especial lo que realmente sucedió con Kurtz en El corazón de las tinieblas

  • AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer? 

JO: Soy de pocas manías. Como todo escritor tengo mis hábitos y costumbres. Por ejemplo, siempre comienzo el primer capítulo de un nuevo libro a mano, a poder ser con pluma estilográfica. Luego ya me paso al ordenador. Leo preferentemente en papel.    

  • AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo? 

JO: Leer es algo que puedo hacer en cualquier lugar siempre que disponga de tiempo para ello. Escribir es algo más complicado. Requiere mayor concentración y tranquilidad.  

  • AL: ¿Qué otros géneros te gustan? 

JO: No tengo un género preferido.  Para mí, antes que cualquier etiqueta, son libros, y todos me valen siempre que tengan la suficiente calidad literaria. Los géneros híbridos suelen gustarme más que otros convencionales.     

Panorama actual

  • AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?

JO: Estoy leyendo Tedio y narración, de Inma Aljaro, y Poètes et lettrés oubliés de la Rome ancienne, de Pierre Vesperini. En cuanto a la escritura, he de decir que, de momento, estoy en fase de descanso.  

  • AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial?

JO: No conozco suficientemente las interioridades del mundo editorial, pero intuyo  que, en líneas generales, el sector marcha razonablemente bien. Quiero destacar la meritoria labor que están desempeñando las pequeñas editoriales independientes, abriendo camino a nuevos autores y textos. En cualquier caso, lo más importante es el aumento significativo de lectores. Sin lectores no hay industria editorial que valga.   

  • AL: ¿Qué tal estás llevando el momento actual que vivimos? 

JO: Si la pregunta se refiere al mundo actual en el que estamos inmersos, lo veo con curiosidad, preocupación y escepticismo


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