Mariola Díaz-Cano Arévalo
Keum Suk Gendry-Kim es una de las autoras de novela gráfica más reconocidas y premiadas internacionalmente en el mundo de la novela gráfica. Su reciente visita a España y el lanzamiento de su nueva obra, Mañana será otro día, la ha vuelto a poner en el foco de la actualidad. Hacemos un repaso a sus otros títulos.
Keum Suk Gendry-Kim
Nacida en Goheung, en Corea del Sur, se licenció en Bellas Artes en Seúl y terminó su formación artística en Estrasburgo. Durante diecisiete años vivió en Francia y empezó a publicar dibujando sus primeros trabajos para el mercado galo. También ha ilustrado muchos álbumes infantiles y traducido más de cien libros. El título que le supuso el primer gran reconocimiento fue Hierba, que se ha traducido a más de treinta y cinco idiomas y ha recibido los más importantes premios internacionales del género.
Sus obras
Mañana será otro día
Empezamos con su título más reciente, que acaba de salir, un cómic de toques autobiográficos sobre la imposibilidad de ser padres. Nos cuenta la historia de Bada y San, una pareja de treintañeros con dificultades para concebir un hijo, que deciden someterse a un tratamiento de fecundación in vitro. Pero se encontrarán con las reticencias y señalamientos de la aún tradicional y conservadora sociedad surcoreana, desde las opiniones de familiares y amigos, según hablan de la futura madre o del futuro padre, hasta la falta de empatía de la comunidad médica.
Hierba
Este uno de los libros más importantes de los últimos tiempos y así ha sido considerado por la crítica de todo el mundo. Es la aclamada novela gráfica de no ficción sobre uno de los capítulos más oscuros del siglo XX: el de las esclavas sexuales, las llamadas «mujeres de consuelo» asiáticas en la Segunda Guerra Mundial. En concreto, cuenta la historia real de una superviviente: Lee Ok-Sun, una joven coreana que durante la Guerra del Pacífico fue explotada como tal por el ejército imperial japonés.
Gendry-Kim se ha basado en sus propias entrevistas con ella en una residencia de ancianos para contarnos su infancia en un ambiente muy humilde, y cómo la vendieron sucesivamente a varias familias adoptivas hasta que ocurrió la ocupación japonesa y en 1942 fue trasladada a la fuerza a una base aérea en China.
La espera
En 1950 la guerra de Corea separó a familias enteras, que quedaron a uno y otro lado de una frontera que aún se mantiene. La autora entrevistó a varias personas (su madre entre ellas), cuyos testimonios facilitaron la reconstrucción del trauma de toda una generación de coreanos, ya casi olvidados, que siguen esperando ese reencuentro con los suyos.
Así conocemos a Gwija, que tiene 92 años, vive en Corea del Sur y cuyo mayor deseo es reencontrarse con su hijo mayor, al que perdió de vista en una columna de refugiados, huyendo del norte. Además, ha visto cómo, gracias a la Cruz Roja, su amiga Jeong-Sun ha podido reunirse con su hermana pequeña después de sesenta y ocho años separadas. De modo que Gwija solo quiere tener la misma suerte.
Perros
En esta obra la autora aprovecha de nuevo su experiencia personal para retratar a su manera la violencia humana, pero también la necesidad de crear vínculos. La protagonista es una mujer que nunca se había planteado tener un perro, pero su marido, para superar la muerte de su abuela, a quien estaba muy unido desde la infancia, la convence y acaban trayendo uno a casa. Ese hecho les supondrá un cambio de vida, ya que no tienen hijos, y terminarán mudándose al campo. Al poco, ya adoptarán a un segundo perro.
Pero, además, asistimos a un recorrido por las maneras de tratar a los animales cuando, en sus paseos diarios, se cruzan con gente y perros de todo tipo, algunos que han sido abandonados, otros maltratados por sus dueños o están encerrados en jaulas, a la espera de que los sacrifiquen o incluso los cocinen.
El árbol desnudo
Acabamos con el título menos conocido de Keum Suk Gendry-Kim, que está basado en una historia real. Se trata de la adaptación de una obra de culto de la literatura coreana, la famosa novela de Park Wan-seo. En ella se describe con mucho tacto los trastornos profundos, y muchas veces invisibles, producidos por la guerra.
La protagonista es Kyung, de veinte años, que vive en Seúl con su madre. Un día conoce a Ok Heedo, un pintor del que se enamora de inmediato por su gran talento. El problema es que Ok está casado. Muchos años después visita una exposición póstuma que le dedican y renace el pasado que pensó que ya había desaparecido.
El título está tomado de una famosa pintura del artista coreano Park Soo-geun, que inspiró al personaje de Ok Heedo. El libro contiene imágenes de sus cuadros a color, además de diferentes textos extras.