Juan Ortiz
Lo bueno de tener un mal día: cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor es un libro de autoayuda, divulgación psicológica y psicología escrito por la psiquiatra, psicoterapeuta y doctora en medicina Anabel González. La obra fue publicada el 4 de febrero de 2020 por la Editorial Planeta.
Tras su lanzamiento, ha recibido críticas mayormente positivas por parte de los lectores. Estas se pueden apreciar en plataformas como Goodreads y Amazon, donde Lo bueno de tener un mal día cuenta con 3,96 y 4.5 estrellas, respectivamente. No cabe duda de que, lo que ha motivado a la mayoría de los lectores a disfrutar de este libro hasta el final, ha sido la forma en que la autora explica conceptos complejos a través de ejemplos sencillos y un lenguaje ameno.
Sinopsis de Lo bueno de tener un mal día
La importancia de regular nuestras emociones
Anabel González comienza su libro con una historia protagonizada por siete personas: Lucía, Pandora, Bernardo, Alma, Marcial, Soledad e Iván. Todos ellos viven la misma situación, pero reaccionan ante ella de maneras muy diferentes. Es a través de estos ejemplos que la autora construye la explicación sobre qué son las emociones y cómo deben regularse para una vida más plena.
Después de explicar el contexto de cada protagonista, la escritora expone las variables que los diferencian, y la manera en que los demás podrían haber reaccionado para evitar conflictos mayores. En este sentido, el primer consejo directo de Anabel González es: “las personas que se permiten sentir son más fuertes”, lo que hace alusión a lo terrible que resulta la desconexión emocional.
La aceptación del malestar como parte de la vida
Uno de los aspectos más notables de Lo bueno de tener un mal día es la manera en que la autora invita a los lectores a aceptar que los días malos son inevitables y forman parte de la experiencia humana. Anabel González declara que, aunque la cultura moderna a menudo empuja a las personas hacia una búsqueda constante de la felicidad y el bienestar, es esencial reconocer y aceptar que no siempre es posible estar bien.
Y eso es realmente bueno. De hecho, podría decirse que, incluso, es alentador. Esta aceptación no implica resignarse, sino más bien reconocer que el malestar es una señal de que algo necesita la atención de quien lo sufre, lo que, al mismo tiempo, puede llevar a cambios muy positivos en el futuro cercano y en el largo plazo.
El valor de las emociones negativas
Por extraño que suene, no existen emociones buenas o malas, cuando mucho, agradables o desagradables. Pero todas son parte del ser humano, y es fundamental aprender a convivir con ellas. En esta secuencia de cosas, el libro destaca la importancia de las emociones más ásperas y su función en el desarrollo personal del hombre.
González señala que emociones como la tristeza, la ira o la frustración no son enemigas a erradicar, sino que pueden ser maestras valiosas que muestran áreas de la vida que requieren cambio o reflexión. Aprender a escuchar y entender estas emociones es clave para poder transformar un mal día en una oportunidad de crecimiento.
Estrategias para afrontar los días difíciles
Anabel González no solo se queda en la teoría, sino que ofrece estrategias prácticas para manejar esos días difíciles. Entre sus consejos destacan la importancia de no aislarse, el buscar apoyo en personas de confianza, y el realizar actividades que conecten al lector con el presente, como el mindfulness.
Además, la autora sugiere que, en lugar de intentar forzar un cambio inmediato en el estado de ánimo, es más útil permitirse sentir y darse espacio para estar mal, pues solo mediante este proceso será posible recuperar la energía, la buena disposición y la salud emocional.
La resiliencia y el autoconocimiento
Lo bueno de tener un mal día también se centra en la idea de la resiliencia, es decir: la capacidad de recuperarse de situaciones adversas. González apunta que los días malos son una oportunidad para fortalecer esta cualidad, la cual obliga al ser humano a enfrentar sus límites y a desarrollar recursos internos para superarlos, una tarea titánica que, indudablemente, vale la pena.
Al mismo tiempo, estos días difíciles les ofrecen a las personas un espejo para conocerse mejor, para descubrir aspectos de ellas mismas que quizás ignoraban, lo que puede ayudarles a replantear los aspectos que no les gustan de su trabajo, entorno social o vida en general.
Un enfoque compasivo y humano
Lo que hace único a este libro es el enfoque compasivo y humano con el que González aborda el tema. No se trata de un manual de autoayuda tradicional que promete soluciones rápidas o una felicidad constante, sino de una guía realista que reconoce la complejidad de las emociones humanas.
La autora recuerda que es normal y humano tener días malos, y que estos pueden ser una parte valiosa de la vida si se aprende a manejarlos con paciencia y autocompasión, pero, a la par, con inteligencia. Para conseguirlo, es necesario educarse con respecto a este fascinante tema y mantenerse actualizado.
Tabla de contenido de Lo bueno de tener un mal día
Parte 1. El mundo emocional
- Un mal día;
- Nudos emocionales;
- Sentir o no sentir, esa es la cuestión;
- Empecemos por lo básico;
- ¿Cómo nos llevamos con nuestras emociones?;
- La regulación de las emociones puede aprenderse;
- El camino para recuperar el equilibrio;
- ¿La cara es el espejo del alma? Hablemos de ello.
Parte 2. El precio de suprimir nuestras emociones
- Regular nuestras emociones nos hace más eficaces;
- Olvidar;
- Después de dormir, las cosas se ven de otra manera;
- El cuerpo expresa lo que nos negamos a sentir;
- La rebelión de las emociones;
- Las emociones como puente de comunicación con los demás;
- Emoción, sociedad y cultura.
Parte 3. El arte de emocionarse
- ¿Cuál es nuestro punto de partida?;
- Reconciliarnos con todas nuestras emociones.
Parte 4. Antes de entrar, dejen salir
- Dejar de hacer lo que no les hace bien a nuestras emociones;
- No hay más vueltas que darle;
- Pan para hoy y hambre para mañana;
- En las profundidades;
- El fin de la dictadura emocional;
- La regulación de los estados de baja actividad o baja activación.
Parte 5. ¿Y el manual de instrucciones?
- Las emociones no surgen de la nada;
- El arte de la regulación;
- ¿A dónde nos llevan nuestras emociones?;
- Busquemos un guía;
- El proceso de cambio;
- Aprendamos regulación sana;
- Estamos en ello.
Sobre la autora
Anabel Gonzalez trabaja en el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (CHUAC), donde colabora como psiquiatra, psicoterapeuta y médico. Además, es presidenta de la Asociación EMDR España. De igual manera, desde hace algunos años comparte su saber con otros especialistas, siendo entrenadora certificada de terapia en EMDR.
Al mismo tiempo, se destaca como tutora de doctorado en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), donde también ha presidido varios proyectos de investigación. Con respecto a su carrera como autora, ha escrito los títulos No soy yo (2017) y Las cicatrices no duelen (Planeta, 2021), los cuales han sido traducidos a una variedad de idiomas.