Juan Ortiz
Este 2025 se cumplen 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial, un acontecimiento histórico que, por su horror, aún perdura en el corazón y el imaginario colectivo. De este evento en particular se ha escrito casi todo: novelas, poesía, ensayos, y demás. Sin embargo, no todas las propuestas muestran el respeto que deberían hacia las víctimas y su terrible destino.
No obstante, existen títulos que contienen una investigación exhaustiva sobre la guerra, o que retratan el dolor de una manera tan humana, que es imposible no figurarse allí, en medio del estruendo, la soledad y el miedo. Estos volúmenes representan algunos de los mayores homenajes que ciertos autores han hecho a la sociedad que tuvo la mala fortuna de nacer en la época y lugar incorrectos.
Mejores novelas sobre la Segunda Guerra Mundial
Una mujer en Berlín (2013), anónima
Esta sería una maravillosa novela si fuese ficción, pero resulta que se trata de una autobiografía. No se conoce la identidad de la persona que la escribió, pero se saben dos cosas: que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, y que era una dama. Sin embargo, haber entrado, atravesado y vuelto del infierno no la eximió de sufrimientos posteriores, porque, tras la derrota de los alemanes, entraron los rusos.
El ruiseñor (2016), de Kristin Hannah
La historia sigue la vida de dos hermanas que viven en la Francia ocupada. En este contexto, la autora muestra sus diferentes formas de enfrentarse al martirio y a la pérdida de la resistencia a causa de la presencia de los alemanes en su país. Muchos lectores conocieron a Kristin Hannah a través de esta cautivadora novela, la cual vale la pena revisar para comprender a las víctimas indirectas.
El niño con el pijama de rayas (2023), de John Boyne
Presenta la amistad entre dos niños que viven la guerra desde lados distintos de la alambrada del campo de concentración. Pese a sus diferencias, siguen siendo pequeños inocentes fantaseando con lo que serán en el futuro. A medida que avanza la trama, el lector puede comprender que el final será conmovedor y devastador a partes iguales, y ese es un punto de inflexión del que no hay retorno.
28 días (2016), de David Safier
¿Un comediante es capaz de crear una de las historias más dramáticas que se han escrito sobre la Segunda Guerra Mundial? Si tiene el nivel de compresión de David Safier, sí, es posible. Esta novela narra los veintiocho días que el gueto judío de Varsovia resistió el asedio nazi. Para más inri, su protagonista es apenas una adolescente que se verá obligada a crecer muy rápido en uno de los peores momentos de la humanidad.
El amor más grande (2025), de Olga Watkins
Algunos podrían llegar a suponer que el amor no es algo prioritario en la guerra, pero este título explora exactamente lo opuesto. La novela cuenta cómo una pareja separada durante el conflicto y la posguerra termina recorriendo toda Europa con el fin de volverse a ver. Las palabras, escenarios y personajes de Watkins demuestran que este sentimiento universal se define por la valentía y la necesidad de proteger a quien se ama.
La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey (2018), de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows
Se trata de una novela epistolar que cuenta una historia de supervivencia en la isla de Guernsey. Esta es una de las islas británicas del Canal de la Mancha y posición estratégica durante la guerra, lo que determinó el destino de la mayoría de sus habitantes, quienes, impotentes, solo pueden esperar que todo termine mientras intentan mantenerse en pie y no perder la cordura o la identidad.
La bailarina de Auschwitz (2019), de Edith Eger
Aquí tenemos otra autobiografía, aunque, en esta ocasión, la autora no encubre su identidad. Edith Eger era una bailarina que trabajó para Mengele en Auschwitz. En lugar de regodearse en el dolor de su experiencia, utiliza todo su conocimiento para crear un tratado psicológico acerca de sus vivencias en el campo de concentración, abordando también el desarrollo de su consulta clínica como profesional de la salud mental.
El hombre en busca de sentido (2021), de Viktor Frankl
Este libro se parece mucho al anterior: ambos buscan alivio a través del saneamiento de la mente de las víctimas. La novela de Frankl se encuentra dividida en dos partes: la primera cuenta sus experiencias en el campo de concentración, la segunda, es un auténtico tratado psicológico que habla acerca de los beneficios de la logoterapia, una teoría que acuñó, en parte, como consecuencia del maltrato que sufrió en cautiverio.
El diario de Ana Frank
Nadie que busque entender la Segunda Guerra Mundial a través de las letras puede saltarse este volumen, y no porque sea una obra maestra —eso es cuestión de escuchar a cada crítico—, sino porque aborda la vida real de una jovencita que tuvo que recurrir a un diario personal para poder expresar todo lo que sentía mientras crecía siendo una judía en medio de un conflicto que buscaba darle caza a su gente.
La bibliotecaria de Auschwitz (2013), de Antonio G. Iturbe
Es curioso cómo uno de los volúmenes que mejor muestran el amor por la literatura trate, precisamente, de una época donde casi siempre se prohibía leer libremente. Además de ello, Iturbe examina el amor mediante muchos prismas: el que le profesamos a la familia, al arte y al ser humano en sí mismo. De igual manera, la novela presenta una documentación magistral y un aura de libro de cabecera indiscutible.
La luz que no puedes ver, de Anthony Doerr
Pese a la índole de su contenido, esta novela puede considerarse como una de las más hermosas que se han escrito abordando el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Ganadora del Premio Pulitzer en el 2015, la trama sigue las andanzas de una joven francesa ciega y un soldado alemán que acaba inmiscuido en el belicismo casi por casualidad, por pura obligación. En medio del caos, estos personajes encuentran alivio en las pequeñas cosas cotidianas.