La mirada cautiva. Escritos sobre arte

Controlaba la pintura y después la dejaba libre, o quizá hacía ambas cosas al mismo tiempo. Me hubiera gustado hacer lo mismo con mi novela.
Para aprender de etapas, movimientos, grandes nombres y contextos históricos del arte, nada como las publicaciones académicas; para disfrutar de lecturas alternativas sobre las vidas de los artistas y sobre los detalles y posibles relatos más o menos ocultos que guardan sus obras, un camino excepcional solemos encontrarlo en las recopilaciones de textos de algunos escritores, no necesariamente formados en Historia del Arte pero sí muy entrenados en el ejercicio de mirar despacio y obtener datos relevantes de las existencias ajenas. Los de Julian Barnes (Con los ojos bien abiertos) y Antonio Muñoz Molina (El atrevimiento de mirar) se encuentran entre los ejemplos más relevantes y cercanos, este último sí cuenta con formación artística.
El pasado marzo, Arcadia editó una nueva compilación de aportaciones de un autor literario con creadores plásticos como protagonistas: se trata del irlandés Colm Tóibín, que es periodista además de artífice de novelas muy celebradas, como El sur, El faro de Blackwater o Brooklyn; su oficio informativo se aprecia notablemente en sus acercamientos a los distintos artistas a los que se refiere. Creció en Enniscorthy, una pequeña ciudad en la que no existían centros de arte y cuyos paisajes -rememora- no los representaba nadie. Eso pensaba hasta que topó con la maleta del pintor Tony O´Malley, llena de trabajos sobre papel (acuarelas, gouaches), que había acudido a realizar allí donde nadie pudiera verlo, por una cuestión de timidez. Los lugares que este autor plasmó -percibió Tóibín- no podían ser otros que los que le eran tan cercanos, y a su vez pronto no podrían ser reconocidos porque la erosión los transformaba. Algún tiempo después supo, asimismo, de la apertura de un museo en una ciudad cercana a cargo de otro artista, Paul Funge, y se interesó por cómo este creaba una iconografía personal, al igual que el deseaba idearla en sus escritos, de forma directa y rápida, pero bien hecha.
Dado que muchos de sus textos tienen que ver con Irlanda y su sociedad, paulatinamente fue encontrando y analizando la obra de otros pintores que hubieran planteado sus lienzos desde el paisaje irlandés, creando composiciones brillantes a partir de una realidad que, en los ochenta, a él le parecía gris y uno de ellos, precisamente, Barrie Cooke (de quien Tóibín admiraba su capacidad de conjugar energía y reflexión), le proporcionaría una clave para empezar a escribir cuando no fluían las palabras; al preguntarle cómo iniciaba un cuadro, él respondió con sencillez: Haces una marca. Esto es, comienza por lo que en ese momento te venga a la mente (y ya saldrás de ese lugar después, o entrarás más hondo). Por eso este escritor dice que el arte, en efecto, tiene mucho que ver en que él decidiera acercarse a la narrativa.
Son quince los ensayos reunidos en La mirada cautiva, catorce de ellos dedicados a artistas de cronologías y disciplinas muy distintas, y uno de ellos centrado en la historia, más reciente de lo que pudiéramos pensar, del color azul (en este punto una de sus fuentes básicas ha sido el libro sobre este asunto de Michel Pastoureau, recientemente reeditado en castellano). Muchos de los autores seleccionados son españoles -Tóibín los conoce bien dado que residió en su juventud, durante varios años, en Barcelona- y con los vivos ha tenido oportunidad de charlar y nos ofrece sus conclusiones: se trata de Miró y Calder (profundiza en las razones de su amistad duradera, pese a la barrera del idioma); Antoni Tàpies (explica los ecos en su obra de sus experiencias vitales de juventud y de las vivencias de su familia en la Guerra Civil); Miquel Barceló (detecta su modo distinto de trabajar cuando se encuentra en Farrutx, París o Ginebra); Howard Hodgkin (con quien mantiene una extensa charla, sobre lo emocional de sus pinturas, en el British Museum); Francis Bacon (se centra en la producción inmediatamente previa a su muerte); Diane Arbus (disecciona su relación con Lisette Model y las experiencias personales ligadas a su acercamiento a lo aparentemente extraño); Lucian Freud (observa su interés por dar vida a todo objeto y toda carne); Emily Kame Kngwarreye (será un descubrimiento); Lorenzo Lotto (aprecia su modernidad); Tintoretto (da cuenta de su amor por captar la vida y de su estilo presto y casi salvaje); Goya (se adentra en su obra en torno a la Guerra de la Independencia y en su tratamiento de lo oscuro); Sargent (cuya personalidad y modelos analiza de la mano de Henry James) y Jack B. Yeats (suyo es el capítulo más extenso, en el que lo vincula, entre otros, a James Joyce por su mirada y métodos).
La lectura de Tóibín de estos autores y de su producción es sobre todo humana, literaria, y por eso interesante: subraya lo luminoso y lo perturbador en artistas envueltos en condiciones vitales tan poco o muy propicias a la creatividad como las de todos nosotros.
 
TÍTULO: La mirada cautiva. Escritos sobre arte
AUTOR: Colm Tóibín
EDITORIAL: Arcadia
EDICIÓN: 2024
PRECIO: 25 euros
PÁGINAS: 315
 
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Vivi no está sola

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La falta de camas de terapia intensiva, oxígeno, medicamentos y el retraso en la adquisición de vacunas movilizó a cientos de jóvenes que protagonizaron las protestas en el Marzo Paraguayo 2021. 
 

El Estado respondió a las demandas populares con represión y persecución. Hoy, la dirigente estudiantil Vivian Genes y otros tres manifestantes enfrentan un juicio injusto que busca criminalizar la protesta.

 

Créditos

Voz en off: Emilia Yugovich

Guión: Emilia Yugovich y Juliana Quintana

Producción: Jazmín Cebé

Edición y post-producción: Milena Ruíz Diaz


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Cristina García Rodero vuelve a desvelarnos su ”España oculta” en el Círculo de Bellas Artes de Madrid

Se han cumplido cincuenta años desde que una beca de creación artística, concedida por la Fundación Juan March, cambiara la vida de la fotógrafa Cristina García Rodero. Hoy es una de las más reconocidas profesionales del sector, dentro y fuera de nuestro país —Premio Nacional de Fotografía en 1996, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2005, Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2014, doctora honoris causa por la Universidad de Castilla-La Mancha en 2018 y primera española en formar parte de la prestigiosa Agencia Magnum, entre otras muchas distinciones— pero entonces era solo una joven de 23 años, sin mucha experiencia pero, eso sí, con el tesón y el arrojo necesarios para hacer realidad un sueño.
Con las 180 000 pesetas de la beca, García Rodero (Puertollano, 1949) se compró un equipo nuevo de fotografía, su primera Pentax, y recorrió durante un año los pueblos más remotos de España con el objetivo de documentar —y con ello preservar— sus fiestas, ceremonias, ritos, tradiciones y sus formas de vida. “Me propongo realizar un trabajo antológico de las costumbres de España, tanto en su abertura y progreso, como en su ocultamiento y tradición. Para ello utilizaré el medio más actual y representativo de mi época: la expresión fotográfica”, explicaba García Rodero en la memoria de solicitud de la beca.
Fruto de ese trabajo, que continuó durante varios años, surgió la serie de fotografías recogidas en España oculta (1989), libro que fijó el rostro y el espíritu de un momento muy especial del país y que se convirtió en un hito fundamental de la historia de la fotografía en España y fuente de inspiración para fotógrafos, artistas y amantes de la fotografía. Una nueva edición revisada de este libro de culto (el original es hoy un objeto de coleccionista difícil de conseguir) acaba de salir a la venta, editado por la propia artista.
Aquel sueño de juventud sigue materializándose a día de hoy porque Cristina García Rodero nunca ha dado por concluido su trabajo y ha seguido viajando a aquellos lugares que se dedicó documentar. Además de la mencionada reedición de aquel inspirador libro, en 2023 se estrenó Cristina García Rodero. La mirada oculta, documental dirigido por Carlota Nelson y producido por Wanda Films, en el que la fotógrafa recorre lugares y fiestas, al tiempo que repasa su propia vida y experiencias. Para completar el homenaje, una gran exposición acaba de abrir sus puertas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. En ella se muestra la serie completa de España oculta: 152 fotografías en blanco y negro realizadas antes de 1989, positivadas en gran formato en el laboratorio de Juan Manuel Castro Prieto, con quien la fotógrafa lleva años trabajando.
Durante la presentación de la exposición, de la que García Rodero es la protagonista pero en la que ejerce también como comisaria (“Me he hecho comisaria porque no me da la gana de que toqueteen mis fotos y les den un sentido distinto al que yo quiero”), la fotógrafa ha recordado cómo el fin de su proyecto siempre fue “entrar en las entrañas de España y darla a conocer. Estaba harta de la España que se mostraba desde el Estado, una imagen de cara a los extranjeros”. Para ella era más importante dejar constancia de otras costumbres y festividades que le resultaban “infinitamente más interesantes” y, sobre todo, mucho más desconocidas. Durante años recorrió miles de kilómetros en una búsqueda constante de instantes y de personajes auténticos. Las suyas son imágenes que registran de un modo inconfundible la vida, el vínculo que los seres humanos mantienen en la frontera entre lo espiritual y lo terrenal, junto con los ritos y tradiciones que nos han acompañado durante siglos.
Cristina García Rodero durante la presentación de la exposición “Cristina García Rodero. España oculta” en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. 16 de mayo 2024. Fotografía: Andrés Valentín-Gamazo para masdearte
Cristina García Rodero. Las potencias del alma, 1976. Puente Genil
Cristina Garcia Rodero. En las eras, 1988. Escober
Cristina Garcia Rodero. El curioso y santa Marta, 1986. Fontefría, Castrelo do Val / La confesión, 1980. Saavedra Begonte
Cristina Garcia Rodero. La ofrecida. Romeria de Santa María de Ribaterme, 1977. As Neves
Visitante ante la obra El demonio encadenado, 1981. Murcia. Fotografía: Andrés Valentín-Gamazo para masdearte
Cristina García Rodero. Septiembre, 1988. Escober
Al sobresaliente valor documental y etnológico del proyecto se une la calidad estética de su fotografía, que la convierte en algo más que un simple registro visual. “He intentado fotografiar el alma misteriosa, verdadera y mágica de la España popular en toda su pasión, amor, humor, ternura, rabia, dolor, en toda su verdad; y los momentos más plenos e intensos de la vida de estos personajes, tan sencillos como irresistibles, con toda su fuerza interior”, ha descrito García Rodero.
Tras su paso por el Círculo de Bellas Artes, “Cristina García Rodero. España oculta” viajará a varias sedes españolas como el Centro Cultural La Malagueta de la Diputación de Málaga, el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca y el Museu Fundación Juan March de Palma o el IVAM Centre Julio González, instituciones todas ellas que han colaborado en el proyecto. Los organizadores no descartan que tras su itinerancia en España el proyecto pudiera exhibirse también en alguna institución fuera de nuestras fronteras.
 
“Cristina García Rodero. España oculta”
CÍRCULO DE BELLAS ARTES
C/ Alcalá 42
Madrid
Del 17 de mayo al 18 de agosto de 2024
 
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PARAÍSO PERDIDO

¿QUÉ ES PARAÍSO PERDIDO?
Una instalación dedicada a los procesos de aprendizaje en la infancia y la edad adulta que recoge testimonios sonoros de diversas experiencias, entre ellas las de personas refugiadas. Puede verse ya en la Sala Noble del Museo Carmen Thyssen de Málaga.
 
¿QUIÉN LA HA IDEADO?
El Área de Educación y Acción Cultural de ese centro, con el asesoramiento y la participación de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Andalucía Oriental. Ha colaborado el colegio jesuita San Estanislao de Kostka, de la barriada malagueña de El Palo, cediendo el mobiliario escolar que forma parte de esa instalación participativa.
 
¿QUÉ OBJETIVOS TIENE?
Proponer al público una reflexión sobre los aprendizajes recibidos en todas las etapas de la vida, dentro o fuera de los sistemas reglamentados de enseñanza, a partir de historias y testimonios de voz en primera persona, incluyendo los de los trabajadores de la citada CEAR y, como dijimos, los de refugiados acogidos por esa Comisión.
Según Lourdes Moreno, directora artística del Museo, se trata de una suerte de aula onírica en la que escuchar vivencias de personas anónimas que para ellas supusieron lecciones o pérdidas (metafóricas) de la inocencia que serían irreversibles, desde juegos infantiles y anécdotas hasta la despedida de seres queridos, el fin de relaciones amorosas, el abandono del hogar o de esquemas mentales.
 
¿QUÉ PUEDO HACER PARA VISITARLA?
Puede accederse a la Sala Noble con la entrada general al Museo.
 
¿Y QUÉ TENGO QUE HACER PARA PARTICIPAR?
El Thyssen malagueño invita a quienes se sientan interpelados por este proyecto a que compartan sus propias memorias y reflexiones por escrito o dibujando, en los cuadernos que encontrarán en los pupitres junto a la instalación.
 
¿HASTA QUÉ FECHA PUEDE VISITARSE?
Hasta el 4 de julio de 2024.
 
¿EN QUÉ CONSISTE LA LABOR DE CEAR?
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado. CEAR defiende desde 1979 el derecho de asilo y el cumplimiento de los Derechos Humanos; también promueve el desarrollo integral de los refugiados que huyen de conflictos, de los solicitantes de asilo, apátridas y migrantes con necesidad de protección internacional y/o riesgo de exclusión social.
Les ofrece atención en la acogida, la inserción laboral y la atención psicosocial, la defensa jurídica y la denuncia, si es necesario. Se pretende favorecer la autonomía de estas personas y su plena inclusión social.
 
PARA MÁS INFORMACIÓN:
www.carmenthyssenmalaga.org
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No, los hombres no se suicidan por ser denunciados por violencia de género, por Ana Bernal-Triviño

“Si ves el número de suicidios de hombres como consecuencia de un divorcio, por lo visto son mayores. No las tengo en la cabeza, supongo, no lo sé. Hay muchos hombres que no se han llevado bien con su mujer y son maltratados”. Estas no son palabras mías. Son de Esperanza Aguirre, en el programa Todo es mentira.

Lo que dice quizás lo que le ha llegado a Esperanza Aguirre a través de su hermana. Es una idea que Vox ha pregonado en los últimos años. Quienes conocemos bien los orígenes de la formación de ultraderecha recordamos cuando el por entonces juez Serrano, líder de la primera etapa de Vox en Andalucía, decía que los suicidios masculinos se habían disparado a causa de la Ley de Violencia de Género. Desde entonces no han parado de usar redes y asociaciones de hombres para dar pábulo a esta idea.

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Madres bañadenses, historias de resiliencia

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En los Bañados de Asunción, madres como Cipriana Brítez y Venancia Pereira, son ejemplos de valentía. En este Día de las Madres, celebramos su resiliencia en medio de la adversidad.

 

*Por Noelia Díaz Esquivel
Edición y fotografías: Mónica Bareiro

 

En el corazón de los Bañados de Asunción, donde la vida y el agua se entrelazan en un baile constante, vive Cipriana Brítez, una madre que enfrentó la adversidad con una fortaleza inquebrantable. A sus 73 años, con una historia marcada por la pobreza y la resiliencia, nos cuenta cómo crió a sus hijos e hijas sobreviviendo a la violencia.

 

Cipriana Brítez llegó al bañado hace 50 años desde Puerto Casado, buscando una vida mejor después de que su padre sufriera un accidente que lo dejó sin trabajo. Junto a sus ocho hermanos, se establecieron en el Bañado Tacumbú, enfrentando las crecidas del río y las dificultades diarias para subsistir.

 

 

Cipriana Brítez (73).

 

La falta de acceso a la educación -cursó solo hasta el tercer grado- hizo que no pueda acceder a empleos que ayuden a mejorar su calidad de vida. Sin embargo, hizo de todo para criar a sus hijas e hijos trabajando como ama de casa y realizando trabajos eventuales para asegurar que no les faltara nada.

 

«Yo siempre fui ama de casa. Y también me encargaba del cuidado de hijas e hijos de otras personas, además planchaba y lavaba ropa ajena para criar a mis hijos y que no les faltara nada”, relata Ña Cipri.

 

La vida nunca fue fácil para Cipriana. Durante años sufrió maltratos por parte de su pareja, hasta que finalmente, hace un año tomó la valiente decisión de separarse. «Me decidí cuando me tiró un trapo por mi cara frente a mi hijo que ya tenía 38 años. Sufrí mucho, luchando le crié todo a mis hijos, aguanté muchas cosas para no dejarlos sin padre», relata sobre los desafíos a los que tuvo que sobrevivir.

 

Hoy Cipriana vive con su hija, encontró en su familia refugio y apoyo. «Mi hija es ama de casa, ella cocina para mi, su marido y mis hermanos. Ellos nos mantienen».

 

Ña Cipri, camina con dificultad y se apoya en muletas. Un accidente dañó su cadera y pierna derecha. Dice además que fue víctima de mala praxis y que a causa de eso debió someterse a más 15 cirugías desde su caída. No cuenta con seguro social, mucho menos con jubilación.

 

Cuando vienen las crecidas, se queda con su hija en el segundo piso de la pequeña casa en la que viven. «Nosotras nos quedamos ahí a resistir. Si queremos salir tenemos que usar canoas», dice. 

 

Ña Ñancy, la recicladora

 

Venancia Pereira, más conocida como Ña Nancy, es otra de las madres del Bañado Tacumbú. Con 71 años, dedicó su vida al reciclaje para criar a sus dos hijas. Ella proviene de una familia muy pobre compuesta por 12 hermanos. Debido a las carencias económicas nunca fue a la escuela, pero relata orgullosa que sabe escribir su nombre.

 

Venancia Pereira, cariñosamente “Ña Nancy” (71).

«Tengo dos nenas, hermosas nenas y cada una de mis hijas tiene cinco hijos. Son 10 nietos que tengo en casa y a la mayoría los cuido yo». 

 

Cuenta que crió a sus hijas sola. Ante la falta de recursos, encontró en el reciclaje una forma de subsistencia, trabajando sin descanso para asegurar el bienestar de los suyos. 

 

«Me gusta, me encanta reciclar con eso me descargo. Parece que respiro otro aire cuando salgo. Me voy a reciclar a la mañana y al terminar me encargo de cuidar de mis nietos», suspira y comparte su pasión por el reciclaje.

 

Otra de sus actividades favoritas es recorrer el Mercado 4. Sin embargo, relata que nunca tuvo la oportunidad de explorar más allá de su comunidad. «Nunca en mi vida viajé. Yo no conozco Luque, Lambaré, ni nada, solamente esta zona  y el Mercado 4. Nada más, yo nunca salí», confiesa Nancy.

 

Además, Nancy expresa su curiosidad y esperanza por el futuro con el «nuevo barrio» en el marco del proyecto Costanera Norte. «Quiero ir, me gusta, me encantaría ir a vivir a otro lado», comparte sobre su deseo de conocer y ser parte del nuevo desarrollo en su comunidad.

 

¡Vida digna para todas las madres!

 

En el día de las madres celebramos a todas las valientes madres que luchan día a día para sacar adelante a sus familias. Pero también es un día para denunciar las injusticias a las que sobreviven muchas de ellas, sometidas a la violencia y la pobreza. 

 

Este es un día para exigir un cambio real, un cambio que les brinde a estas mujeres la vida digna que merecen. 

 

¡Basta de mandatos de género, basta de violencia! Es hora de construir un mundo donde todas las mujeres puedan ser libres, un país donde puedan vivir sin miedos, sin opresiones y sin limitaciones!

 

Sobre el Bañado Tacumbú

 

Los bañados de Asunción concentran la mayoría de los asentamientos precarios de Paraguay. Se estima que allí viven más de 100.000 personas, una quinta parte de los habitantes de la capital. Se dividen en tres zonas principales: Bañado Sur, Bañado Norte y la zona inferior del barrio Ricardo Brugada, conocido como La Chacarita.

 

En las 2.000 hectáreas de los dos bañados viven en situación de pobreza más de 20.000 familias. El Bañado Tacumbú, ubicado en la zona norte, alberga a unas 2.600 familias. 

 

*𝘌𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘢𝘵𝘦𝘳𝘪𝘢𝘭 𝘧𝘶𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘥𝘶𝘤𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘢𝘳𝘤𝘰 𝘥𝘦𝘭 proyecto 𝘝𝘰𝘤𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘈𝘤𝘤𝘪ó𝘯 𝘊𝘭𝘪𝘮á𝘵𝘪𝘤𝘢 𝘑𝘶𝘴𝘵𝘢 (𝘝𝘈𝘊), 𝘪𝘮𝘱𝘭𝘦𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘨𝘶𝘢𝘺 𝘱𝘰𝘳 𝘞𝘞𝘍-𝘗𝘢𝘳𝘢𝘨𝘶𝘢𝘺 𝘺 𝘍𝘶𝘯𝘥𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘈𝘷𝘪𝘯𝘢.⁣⁣

 


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