by DonJuancho | Nov 22, 2024 | Cultural |
Presidencia
El jueves 12 y el jueves 26 de septiembre, respetivamente, la Academia Argentina de Letras eligió a dos nuevos académicos de número: Rafael Spregelburd, dramaturgo, actor, traductor y director, y Ángela Pradelli, escritora y profesora en Letras.
Fueron designados por los académicos, reunidos en sesión ordinaria, para ocupar, Rafael Spregelburd, el sillón «José María Paz», en el que lo precedieron Martín Gil, Francisco Romero, Miguel Ángel Cárcano, Luis Federico Leloir, Delfín Loacadio Garasa, Horacio Castillo, Élida Lois y Beatriz Curia. Estaba vacante desde el 2023 tras la designación de la última como académica honoraria.
Ángela Pradelli, por su parte, ocupa desde ahora el sillón «Calixto Oyuela», en el que la precedieron Atilio Chiáppori, Rodolfo Ragucci, Raúl Castagnino, Emilia Puceiro de Zuleta Álvarez y Luis Chitarroni. Estaba vacante desde el fallecimiento del último, el 17 de mayo de 2023.
Para ver la nómina de los actuales miembros de número, hacer clic aquí. Todos, desde que son elegidos para integrar el cuerpo académico de la AAL, forman parte automáticamente de la Real Academia Española en condición de miembros correspondientes.
Rafael Spregelburd fue propuesto para integrar la Academia por los académicos Jorge Dubatti, Eduardo Álvarez Tuñón, Rafael Felipe Oteriño y Santiago Sylvester.
Mientras que Ángela Pradelli fue propuesta por los académicos Eduardo Álvarez Tuñón, Esther Cross, Pablo De Santis y Santiago Sylvester.
Rafael Spregelburd
Fuente foto: Argentores
Dramaturgo, actor, traductor y director, Rafael Spregelburd fue elegido académico de número de la Academia Argentina de Letras el jueves 12 de septiembre de 2024.
Fue designado por los académicos, reunidos en sesión ordinaria, para ocupar el sillón «José María Paz», en el que lo precedieron Martín Gil, Francisco Romero, Miguel Ángel Cárcano, Luis Federico Leloir, Delfín Loacadio Garasa, Horacio Castillo, Élida Lois y Beatriz Curia. Estaba vacante desde el 2023 tras la designación de la última como académica honoraria.
Los académicos que propusieron su candidatura para integrar la Academia fueron Jorge Dubatti, Eduardo Álvarez Tuñón, Rafael Felipe Oteriño y Santiago Sylvester.
Discípulo de dramaturgia y dirección de Ricardo Bartis, Mauricio Kartun y José Sanchis Sinisterra, la actividad de Rafael Spregelburd dentro del teatro porteño es múltiple: es director, autor, traductor y actor en teatro, cine y televisión. Su teatro es híbrido, mestizo y polémico; una obra que esquiva toda moda o etiqueta, un teatro de lenguaje y de tierras incógnitas, que le ha valido numerosos premios internacionales, entre los que se cuentan el Tirso de Molina (por La estupidez, en España), dos veces el Premio Ubu en Italia (por Bizarra y por Lúcido), el Casa de las Américas de Cuba (por La paranoia), el Premio Nacional (por La terquedad), el Premio Municipal (por Cucha de almas), el de la Muestra de Cine de Lleida (como mejor actor por El hombre de al lado, en Cataluña), Premio Konex de Platino, varios Premios ACE (por Apátrida, La escala humana, etc.), Premios María Guerrero (por La escala humana), Premios Trinidad Guevara (por La escala humana), y en incontables ocasiones los Premios Teatro del Mundo, Premio del Espectador, Premio Florencio Sánchez, Premios GETEA, entre otros.
Con una vasta proyección internacional, es columnista de cultura del diario Perfil (de 2007 a 2024), colaborador habitual de la revista Humboldt de Alemania, y ha sido autor del Royal Court Theatre de Londres, autor en residencia para el Deutsches Schauspielhaus de Hamburgo y la Akademie Schloß Solitude y el Theaterhaus de Stuttgart, autor y director invitado en varias ocasiones por la Schaubühne de Berlín y por el Hebbel-Theater, el Nationaltheater de Mannheim, el Badisches Staatstheater de Karlsruhe, la Comédie de Caen, el Vorarlberger Landestheater de Bregenz; sus obras han sido estrenadas en prestigiosos teatros del mundo: el Münchner Kammerspiele de Munich, el Staatstheater de Stuttgart y el Theater Rampe de la misma ciudad, el Schauspielfrankfurt, el Teatro Helénico de México, el Kosmos Theater de Viena, Studio 66 de Vancouver, la Sala Beckett, el Teatre Lliure y el Festival Grec de Barcelona, el Théâtre de Chaillot de París, el Napoli Theatre Festival, el Angelo Mai de Roma, Prospettiva 90 de Torino, Théâtre de Marigny de París, el Festival delle Colline Torinese, el CETC del Teatro Colón, Compagnie Transquinquennal de Bruselas para el Kunsten Festival des Arts, TACEC Teatro Argentino de La Plata, Théâtre de Liège, Teatro Duse de Genova, Teatro Due de Parma, etcétera.
Ha sido maestro de L’Ecole des Maîtres (Udine, Liege, Reims y Coimbra en 2012), además de otras muchas instituciones internacionales: el CAT de Sevilla, la Sala Beckett de Barcelona, la Universität Freiburg, el Festival Iberoamericano de Bogotá, el Festival de Caracas, el Festival de Teatro de Mülheim, el IUNA (donde dicta clases en el posgrado de dramaturgia), la Universidad Diego Portales y el NAE de Santiago de Chile, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, la Casa de América de Madrid, etc.
Fundador junto a Andrea Garrote de la compañía El Patrón Vázquez, se ha presentado en numerosos festivales y encuentros en Argentina, España, Alemania, Francia, Italia, Inglaterra, Gales, Suecia, Suiza, República Checa, Portugal, Bélgica, Rusia, Eslovaquia, Colombia, República Dominicana, Brasil, Uruguay, México, Ecuador, Cuba, Estados Unidos, Canadá y Venezuela.
Su obra, que incluye ya más de cuarenta títulos, ha sido traducida al inglés, francés, italiano, alemán, portugués, sueco, catalán, valenciano, checo, ruso, polaco, griego, croata, turco, esloveno, eslovaco y neerlandés, y editada en Argentina, España, México, Alemania, República Checa, Italia, UK, USA y Francia.
Es representado por la editorial L’Arche en Francia, Suhrkamp en Alemania, Columbine en Suecia para Escandinavia, Art Communication en Rusia, Antonia Brancati en Italia y IPR Ltd en Reino Unido.
Es traductor designado por el premio Nóbel Harold Pinter para su obra en Latinoamérica. Ha traducido también del inglés a Sarah Kane, Steven Berkoff, Mark Ravenhill, David Harrower, Martin Crimp, Wallace Shawn, Anthony Black, entre otros, del alemán, a Marius von Mayenburg y Reto Finger y del italiano a Pier Lorenzo Pisano.
Seguir leyendo su currículum abreviado, con las listas de sus títulos más destacados en teatro y de las películas y series en las que actuó como protagonista o como personaje secundario.
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La repercusión en la prensa
La Nación: «El escritor, director y actor Rafael Spregelburd ingresó en la Academia Argentina de Letras»
Daniel Gigena, en La Nación — […] En el elogio que dio sustento a su designación en la AAL se tuvo especialmente en cuenta la calidad literaria de sus obras, su trabajo con la lengua y la ausencia de un dramaturgo entre los académicos de número.
«El jueves 12 se votó por unanimidad mi inclusión en la AAL y me toca ocupar el sillón de José María Paz a partir del jueves 26 de septiembre —dice Spregelburd a La Nación—. Los discursos de aceptación e ingreso están muy retrasados porque todavía no los han hecho quienes ingresaron el año pasado, así que a mí podría tocarme recién alrededor de agosto del año que viene. Imagino que mi discurso hablará de lo más evidente: la inclusión de un dramaturgo en la Academia. Si bien en sus estatutos se le da un lugar de privilegio al teatro, la verdad es que mi nombramiento viene a subsanar una antigua deuda, porque hasta ahora entiendo que hubo académicos que eran escritores que ocasionalmente también tenían alguna obra dramática escrita, pero no dramaturgos propiamente dichos. Entiendo que los dramaturgos estamos particularmente ligados al problema, o los problemas, de la oralidad: nuestra escritura es una escritura que pretende hacerse pasar por oralidad, de allí que el aquí y ahora de las palabras en el teatro tenga una dimensión especial».
En diálogo con La Nación, el académico e investigador teatral Jorge Dubatti, remarca que Spregelburd es uno de los dramaturgos más destacados del teatro contemporáneo en lengua española. «Con una inmensa contribución a la escena y las letras argentinas e iberoamericanas —sostiene—. Sobresale en Spregelburd la magnitud, originalidad y relevancia de una producción dramática reconocida nacional e internacionalmente, con más de cincuenta obras de dramaturgia de diversa extensión, incluidas las monumentales Bizarra, la Heptalogía de Hieronymus Bosch y El fin de Europa. Ha obtenido con sus obras los mayores premios internacionales a la dramaturgia: Tirso de Molina, Ubú, Casa de las Américas. Su dramaturgia ha sido traducida al inglés, francés, italiano, alemán, portugués, sueco, catalán, valenciano, checo, ruso, polaco, griego, croata, turco, esloveno, eslovaco y neerlandés, y editada en la Argentina, España, México, Alemania, República Checa, Italia, Reino Unido, Estados Unidos y Francia. Sobre el teatro de Spregelburd escriben especialistas y académicos de todo el mundo».
Para Dubatti, el flamante académico es, además, «un brillante pensador del teatro, a través de sus ensayos y conferencias, así como un traductor notable, elegido por el Nobel de Literatura Harold Pinter para las versiones de su obra en Latinoamérica; ha traducido teatro del inglés, alemán e italiano» […].
Argentores: «Rafael Spregelburd ingresó a la Academia Argentina de Letras»
Felicitamos a nuestro socio, el dramaturgo, director y actor Rafael Spregelburd por su ingreso a la Academia Argentina de Letras. Como él mismo lo ha señalado, se trata de una designación que «viene a saldar una vieja deuda: esta Academia no contaba con dramaturgos».
Su incorporación ha sido votada por unanimidad y ocupará el Sillón José María Paz. Spregelburd fue propuesto por los académicos Jorge Dubatti, Eduardo Álvarez Tuñón, Rafael Felipe Oteriño y Santiago Sylvester.
«Desde hace quince días soy miembro de la Academia Argentina de Letras. Se trata de una distinción inesperada, pero sobre todo de una invitación al puro asombro. Hoy me tocó aparecer por allí en mi primera sesión; votamos cosas, entregamos premios, tomamos el té. La calidez y el cariño con el que estos académicos de muy diversas disciplinas ligadas a las letras me recibieron como a uno de los suyos han sido conmovedores. Mi inclusión —creo entender— viene a saldar una vieja deuda: esta Academia no contaba con dramaturgos», escribió Spregelburd en sus redes sociales.
¡Enbuenahora!
Clarín: «Rafael Spregelburd, un dramaturgo en la Academia Argentina de Letras»
Spregelburd, ganador de un Premio Konex
Recientemente, el nuevo académico de número fue noticia por haber sido reconocido por la Fundación Konex con un Diploma al Mérito en la entrega de los Premios Konex 2024 a las cien personalidades más destacadas de la última década de las letras argentinas (2014-2023).
Fue uno de los cinco ganadores en la categoría «Teatro: Quinquenio 2019-2023».
Artículo de Infobae
Artículo de La Nación
Los otros miembros de nuestra Academia que recibieron Premios Konex este año fueron Antonio Requeni, quien recibió la mención especial por su Trayectoria; Eduardo Álvarez Tuñón, reconocido con un Diploma al Mérito en el género Cuento (quinquenio 2019-2023), y Luis Chitarroni, con el Konex de Honor que reconoce a una personalidad de sobresaliente relieve fallecida en la última década.
Los también académicos de número de nuestra Institución Pablo De Santis, Hugo Beccacace y Jorge Dubatti formaron parte del jurado.
Ángela Pradelli
Fuente foto: Fundación FILBA
Escritora y profesora en Letras, Ángela Pradelli fue elegida académica de número de la Academia Argentina de Letras el jueves 26 de septiembre de 2024.
Fue designada por los académicos, reunidos en sesión ordinaria, para ocupar el sillón «Calixto Oyuela», en el que la precedieron Atilio Chiáppori, Rodolfo Ragucci, Raúl Castagnino, Emilia Puceiro de Zuleta Álvarez y Luis Chitarroni. Estaba vacante desde el fallecimiento del último, el 17 de mayo de 2023.
Los académicos que propusieron su candidatura para integrar la Academia fueron Eduardo Álvarez Tuñón, Esther Cross, Pablo De Santis y Santiago Sylvester.
Ángela Pradelli nació en Buenos Aires en 1959. Es escritora y profesora de Letras.
Ejerció la docencia en escuelas secundarias y fue coordinadora del Plan Nacional de Lectura en la Región de la Provincia de Buenos Aires.
Ha recibido distintos premios, entre ellos: Premio Emecé, Premio Clarín, Premio Municipal de Novela y Ensayo, Premio al Mejor Libro de Educación 2010/2011. Ha dado conferencias y talleres de escritura en distintas ciudades del país y también del exterior, como Génova, Ginebra, Zúrich, Núremberg, Zofingen, Berna, La Habana, Caracas, Berlín, Osorno, Guadalajara, Los Ángeles y Shanghái.
Ha sido traducida al alemán, al inglés, al italiano y al francés. Fue escritora residente en Italia, Suiza, Estados Unidos y China. En 2016 participó del XXII Festival Internazionale di Poesía de Genova Parole Spalancate. La respiración violenta del mundo fue traducida al chino y recibió el Premio a las Mejores Novelas Extranjeras del Siglo XXI, otorgado por People’s Literature Press de China.
Colaboró en diferentes medios periodísticos nacionales y escribió también notas para el periódico La Liberté, de Fribourg, Suiza, y la Jornada semanal, de México.
Fundadora junto con Alejandra Correa del Proyecto Social y Colectivo «¿Por qué llora esa mujer? Testimonios de mujeres víctimas de violencia».
Coordinadora y editora junto con Alejandra Correa del libro virtual Por qué llora esa mujer.
Leer currículum completo, con las listas de reconocimientos recibidos, de libros publicados y de artículos en publicaciones periódicas, sitios web y libros
Su CV en Wikipedia
La repercusión en la prensa
La Nación: «La escritora y profesora Ángela Pradelli ingresó en la Academia Argentina de Letras»
Daniel Gigena, en La Nación — «El jueves pasado fue mi primer día en la Academia —dice Pradelli a La Nación—. Tuve un recibimiento especialmente cálido. Lo sentí como un encuentro de amigos que se alegran de verte llegar porque te estaban esperando. Por mi trabajo docente y también como escritora, muchas veces llamé, en épocas previrtuales, al área de consultas idiomáticas de la AAL. Era notable la amabilidad con que siempre me respondían. En mis clases, muchas veces solía pasarles a mis alumnas y alumnos el número telefónico para que lo tuvieran presente y pudieran consultar desde sus casas. A veces, lo dejaba anotado en un ángulo del pizarrón para los que se demoraban en copia».
[…] Cuenta que siempre había pensado que, antes de retirarse de la docencia, iba a trabajar en una biblioteca. «Por distintas razones no pudo darse —señala—. Sin embargo, como me dijo una vez Ángeles Mastretta: ‘La vida se encarga, querida, la vida acomoda’. El jueves, antes de empezar la sesión, Pablo De Santis me acompañó a la biblioteca de la Academia. Más adelante haremos la visita más completa, había poco tiempo, pero me alcanzaron esos minutos para volver a sentir ese deseo. ‘¿Te gustó?’, me preguntó Alicia Zorrilla antes de empezar la sesión. ‘¿Hay una comisión de biblioteca?’, le pregunté. ‘Hay, me contestó ella, ¿querés integrarla?’».
[…] «Es una alegría el ingreso de Ángela a la Academia Argentina de Letras —dice Pablo De Santis a La Nación—. Definió el tono y la calidad de su escritura con tres novelas: Amigas mías, El lugar del padre y Turdera. Amigas mías ganó el Premio Emecé, del que fui jurado con Isidoro Blaisten y Angélica Gorodischer, y recuerdo la impresión que nos causó esa novela tan simple en su narración y tan compleja en su construcción psicológica. Turdera y El lugar del padre confirmaron su estilo y su potencia narrativa. A estas obras agregó, en obras más recientes, la crónica Dos soldados. Es importante destacar también su compromiso docente en la escuela secundaria. Me tocó hace muchos años visitar a sus alumnos y ver el amor de Ángela por la enseñanza, su energía docente y su capacidad por hacer que los chicos descubrieran autores y textos. Su prosa es siempre íntima y cercana. Pradelli ha inventado un mundo propio donde la imaginación parece siempre venir del recuerdo, de algo verdadero. Sus personajes viven en el presente pero siempre dialogan con lo que ya no está, con lo que han perdido».
Con Esther Cross, compiló La Biblia según veinticinco escritores argentinos. «Creo que Antonio Skámeta, uno de los integrantes del jurado que le dio el Premio Clarín 2017 por El lugar del padre [con Mastretta y Andrés Rivera], describe de la mejor manera la escritura de Pradelli: ‘Elegante contención, sutiles emociones, ritmo envolvente, con lugar para la compasión y la grandeza […] de luminosas imágenes donde lo cotidiano y banal adquieren una rara trascendencia’ —destaca Cross—. Escritora de lo cotidiano por un lado, pero también de momentos en que la vida privada se cruza con acontecimientos de la vida pública. Como por ejemplo Combi y los sucesos de diciembre de 2001. O la superposición del registro de las cartas familiares, la guerra y la emigración en el libro de no ficción El sol detrás del limonero. Como parte de su actividad dentro de la literatura también quiero destacar su conocimiento muy actualizado de la literatura argentina y su calidad como lectora activa, que se pone de manifiesto sobre todo en las entrevistas que hizo a tantos escritores. La misma importancia tiene su carrera docente y en talleres para escritores».
Fuente: BID, Número 163, 2024.
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by alguien | Nov 21, 2024 | Cultural |
¿A qué íbamos a venir?, a lo de todos los años, a la gran batalla de Verdún…
La literatura no fue la primera ocupación de Julián Ayesta, que probablemente por influencia de su padre, abogado, político y periodista llamado como él, se dedicó a la diplomacia y desempeñó diferentes cargos en Beirut, Bogotá, Ámsterdam y Viena antes de convertirse en embajador de España en Yugoslavia a mediados de los ochenta. Su labor literaria se volcó sobre todo en obras de teatro que llevó a cabo en la inmediata posguerra, y en cuentos y poemas, pero en realidad si su nombre resulta a muchos familiar se debe a su única (y muy breve) novela: Helena o el mar del verano. Se publicó por primera vez en 1952 y desde entonces, casi una vez por década, ha sido en sucesivas ocasiones relanzada por varias editoriales (la última, Acantilado) y traducida, desde los noventa, a muchas lenguas europeas: al francés, el alemán, el griego, el holandés, el inglés y el italiano.
En menos de cien páginas y en tres capítulos, correspondientes al verano, el invierno y el verano otra vez, narra Ayesta con ligereza solo aparente un tránsito de la niñez a la adolescencia y también las fases de un primer amor juvenil a las orillas del mar de Gijón, que conocía bien, porque esa era su ciudad natal: los primeros balbuceos con peleas furtivas de almohadones comparadas con batallas sangrientas, la constatación de que la citada Helena es distinta a las demás, los miedos por parte de ambos y la rendición final a lo que hay, una rendición idealizada por lo que tiene de experiencia primera y llevada al terreno del mito griego (dado que Helena de Troya era hija de Zeus, pretendida por muchos héroes por su belleza, y porque el chico ha empezado a traducir a Virgilio) e incluso al de las églogas de Garcilaso, que no se nombran explícitamente en el texto, pero cuya atmósfera sí se recoge. En todo caso, una cita significativa del poeta abre el libro y marca el tono de parte de él, sobre todo de su desenlace: Por ti la verde hierba, el fresco viento/ el blanco lirio y colorada rosa/ y dulce primavera deseaba.
Cuando no se refiere el autor a los pasos adelante y hacia atrás de estos casi niños, nos atrapa en otras escenas no menos alegres y envueltas a la vez en la nostalgia: las de los descansos de una extensa familia a orillas del mar, entre mucho humor, pequeños roces y formas de felicidad o de tristeza de otro tiempo, y las de las inquietudes de un crío por su virtud cuando cree que sus pensamientos se desvían y trata, una y otra vez y no con demasiado éxito, de reconducirlos (el remordimiento y la culpa). Helena o el mar del verano es, fundamentalmente, un relato de añoranza por lo que era bello, aunque nunca tranquilo, y se perdió irremediablemente como seguramente no demasiadas cosas se pierden del todo: además de la infancia, un estado mental de inocencia y optimismo que, en realidad, no parece solo propio de esa pareja en ciernes; también de quienes los rodean y de una época más sencilla, al menos al evocarla (Y había un hombre cantando muy bien, y papá dijo que por qué no nos sentábamos en una mesa de aquellas a descansar un poco, y pidió sidra para todos, los niños también, y sentimos un picor burbujeante por dentro al beberla. Y ya era cuando empezaban las estrellas).
Esta historia tenía que ser necesariamente breve porque los instantes que narra también lo son en el recuerdo del protagonista (la infancia lo es en la memoria, probablemente, de casi todos) y porque poner demasiadas palabras a sensaciones tan instantáneas hubiese sido un error. Ya afirma el joven (con toda seguridad, un Ayesta que echa la vista atrás y no se pone nombre) que colecciona mariposas, preciosas y veloces; y de Helena en realidad no sabemos demasiado, solo que es rubia y bella (difusa) y que huele tibiamente como los nidos de crías.
Llamativamente Ayesta no concibió esta historia como una unidad, sino como una suma de siete narraciones que vieron la luz progresivamente a lo largo de diez años; no se aprecian, sin embargo, cortes significativos ni en su argumento ni en su lenguaje y la conexión entre las partes es clara. Prueba, no obstante, ese periodo extenso en que el escritor dio forma a sus experiencias tempranas con el verano y con el amor el poso largo que dejaron en él todos esos momentos estelares y fugaces.
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